Boca Juniors quedó eliminado en los octavos de final de la Copa Sudamericana tras una desafortunada derrota en Brasil ante Cruzeiro, con un marcador de 2-1. En el partido de ida, jugado en La Bombonera, el Xeneize había ganado 1-0, lo que llevó la serie a la definición por penales. Sin embargo, Miguel Merentiel falló el único tiro en la tanda, y el equipo local se impuso 5-4 desde el punto de penal. Cruzeiro avanzará a los cuartos de final, donde se enfrentará a Libertad de Paraguay.
El inicio del partido fue catastrófico para Boca, con Luis Advíncula siendo expulsado a los nueve segundos por un planchazo a Lucas Romero, sancionado con tarjeta roja por el árbitro Wilmar Roldán. Esta temprana expulsión obligó al entrenador Diego Martínez a hacer un ajuste táctico, sacando a Agustín Martegani e incorporando a Nicolás Figal para reforzar la defensa. No obstante, la situación empeoró cuando Figal perdió la posesión del balón a los 9 minutos, lo que permitió a Matheus Henrique marcar el primer gol después de un rebote de Chiquito Romero.
Con el marcador empatado en la serie, Boca se vio aún más desventajado cuando Walace anotó el segundo gol para Cruzeiro a los 21 minutos, dejándolos con un marcador global de 1-2 en contra y con un hombre menos en el campo. A pesar de la adversidad, Boca logró descontar antes del descanso: Pol Fernández envió un centro al segundo palo, donde Cristian Lema lo bajó al medio y Milton Giménez, con un disparo de zurda, logró superar al arquero Cássio, reduciendo la diferencia a 2-1.
Sin embargo, Boca no pudo revertir la situación y, en la tanda de penales, el equipo brasileño se impuso 5-4, después de que Merentiel errara su penal. Con un global de 2-2 y la definición en penales, Cruzeiro avanzó a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana.
