Durante la noche del domingo, en un episodio que rápidamente se volvió viral, Boca Juniors fue protagonista de una situación completamente inusual durante su visita al estadio Tomás Adolfo Ducó, donde enfrentó a Huracán por la tercera jornada del Torneo Clausura 2025. En el momento de la reanudación del encuentro, luego del descanso entre ambos tiempos, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo estuvo a punto de comenzar el complemento con un jugador de más en el campo. ¿La razón? Miguel Merentiel, delantero del conjunto «xeneize», no se había dado cuenta de que había sido reemplazado.
La escena llamó la atención de todos los presentes y reflejó la desorganización que atraviesa al club. En el entretiempo, Russo había tomado la determinación de introducir un cambio táctico con la esperanza de mejorar la pálida imagen que el equipo había mostrado en los primeros 45 minutos. En ese marco, dispuso que Milton Giménez ingresara en lugar del delantero uruguayo. A pesar de que el cartel electrónico con la sustitución ya había sido mostrado por el cuarto árbitro, Merentiel continuó sobre el césped, completamente ajeno a lo que sucedía a su alrededor.
Fue el árbitro principal del encuentro quien, antes de dar inicio al segundo tiempo, advirtió que Boca contaba con doce futbolistas listos para jugar. En ese instante, el delantero recién comprendió que ya no formaba parte del esquema táctico del equipo y, con rostro de confusión, se retiró rápidamente del campo rumbo al vestuario. Sus compañeros y el cuerpo técnico intentaron disimular el papelón, pero la escena ya se había transformado en material para la crítica y el humor en redes sociales.
El suceso no tardó en desencadenar una avalancha de comentarios negativos en las plataformas digitales. Hinchas y usuarios expresaron su frustración e incredulidad frente a lo que consideraron una muestra evidente de la falta de comunicación y coordinación dentro del cuerpo técnico. Para muchos, este tipo de errores no solo son preocupantes por sí mismos, sino que también reflejan el estado general de desorden y descontento que reina en el club.
El presente de Boca, lejos de ser alentador, viene siendo motivo de creciente preocupación. Desde que Miguel Ángel Russo asumió su nuevo ciclo como entrenador, el equipo todavía no ha logrado una victoria, acumulando resultados adversos en el Mundial de Clubes, la Copa Argentina y en el presente torneo local. Este nuevo traspié, aunque anecdótico, parece representar simbólicamente el momento que atraviesa el club: confusión, improvisación y una necesidad urgente de recuperar el rumbo.
