Durante el torneo, Lionel Messi habló bastante, pero tras ganar su cuarto título consecutivo con la Selección en poco más de 1.100 días, no expresó todo lo que sintió en una noche muy especial llena de emociones diversas. Messi, el protagonista de la historia, está tanto dolorido como feliz, aunque prevalece su felicidad. Su tobillo derecho, que parece una pelota de tenis, será un recuerdo significativo de esa noche épica. Este lunes por la tarde, decidió compartir sus sensaciones en una larga publicación en Instagram.
«Se terminó la Copa América y lo primero que quiero es agradecer a todos por los mensajes y saludos. Estoy bien, gracias a Dios, y ojalá pueda estar pronto en la cancha de nuevo disfrutando de lo que más me gusta hacer. Estoy feliz, mucho, sobre todo porque logramos el objetivo que teníamos y Fide nos deja pero con otra Copa más. Los más grandes, como él, Ota o yo, lo vivimos con especial emoción, con otros compañeros que ya llevan varios torneos y suman su experiencia también, y con una camada de jóvenes que lo dan todo en cada pelota. Somos un equipo y también una familia, un grupo espectacular. Gracias a todos los que nos estuvieron apoyando, esta Selección tiene mucho presente y mucho futuro también. ¡Vamos Argentina carajoooo! 🙌🏆🏆», escribió el 10. Leo le dedicó palabras especiales a su lesión, a que está bien y también destacó a Di María y Otamendi.
Está claro que no fue el torneo soñado para Messi en lo personal. Aunque participó activamente, jugando cinco de los seis partidos, anotando un gol y contribuyendo en más del 50% de los goles, no pudo destacarse al nivel de mejor del mundo. Sin embargo, sí brilló en aspectos actitudinales y psicológicos.
«Para nosotros que Leo haya estado hoy ahí adentro es super importante. Yo vi el esfuerzo que hizo, yo vi hasta qué hora se quedaba trabajando, porque es como un hermano mayor para nosotros», comentó De Paul, luego de que Messi jugara en una pierna los cuartos de final contra Ecuador.
En la final contra Colombia, Messi comenzó activo y estratégico, pero todo cambió cuando se torció el tobillo en el primer tiempo. Al caer, supo de inmediato que era una lesión grave, pero decidió continuar jugando a pesar del dolor intenso. Esperó el medio tiempo para recibir atención médica, pero a los 20 minutos del segundo tiempo, su tobillo se trabó de nuevo y tuvo que abandonar el partido. Salió llorando y continuó llorando en el banco, sin poder creer que dejaba solos a sus «hermanos menores» en su último partido en una Copa América.
Sentado en el banco, con hielo en su tobillo, observó cómo el equipo, al que tanto había elogiado, le regaló una victoria mágica. Limitado en los festejos por el dolor persistente, las imágenes de la celebración, los abrazos con Scaloni y Di María, y el levantamiento de la copa por parte de los tres históricos quedarán en el recuerdo. La broma de Otamendi, diciendo «para de renguear, Leo», también dejó una marca.
Ahora comienza la fase de recuperación. Messi probablemente se someterá a estudios este martes, una vez que baje la inflamación, con el equipo médico del Inter Miami. No tenía vacaciones programadas, ya que la MLS sigue en marcha y pronto comienza la Leagues Cup, torneo en el que se consagró poco después de llegar a Estados Unidos. La lesión, sin embargo, ha alterado estos planes.
Aún se espera el diagnóstico: podría ser un esguince de tobillo severo o un problema en el ligamento. «El tobillo es noble», suelen decir los médicos, y eso es lo que espera Messi. A los 37 años, desea mantener el ritmo, aunque su cuerpo empieza a mostrar los efectos de tantos partidos, goles, viajes y concentraciones. Este 2024 comenzó con dificultades durante la gira por China, algunos problemas musculares en el Inter y una contractura fuerte en el aductor derecho en la Copa América, que lo apartó del partido contra Perú y le hizo jugar con «miedo psicológico» contra Ecuador, aunque tuvo una buena actuación contra Canadá, marcando su único gol del torneo.
Con el apoyo de Antonela y sus tres hijos, y el respaldo de sus padres y hermanos, a quienes dedicó uno de sus dos posteos del día, Messi se enfocará en una recuperación que podría tomar de tres semanas a más de un mes, dependiendo del grado de la lesión. Con un cuerpo y espíritu especiales, buscará estar listo lo antes posible. En el calendario del Inter hay partidos muy seguidos: los dos primeros, contra Toronto el miércoles y Chicago Fire el sábado, son imposibles para Messi. Algunos sueñan con que pueda estar para el debut en la Leagues Cup el 27 de julio contra Puebla en México, pero parece improbable.
Si los estudios son favorables y la lesión no compromete el ligamento, podría regresar el 3 de agosto cuando el Inter visite a Tigre en la Leagues Cup. Después de ganar su sexta final con la Selección sobre 10 disputadas (un Mundial Sub 20, Juegos Olímpicos, dos Copas América, la Finalissima y el Mundial de Qatar), Messi quiere seguir sumando logros.