Boca Juniors logró cerrar la primera mitad del Superclásico con una ventaja que desató la euforia en todo el estadio. Luego de dominar buena parte del desarrollo del juego, el equipo local se fue al descanso ganando 1 a 0 gracias a un gol clave de Exequiel “Changuito” Zeballos, quien volvió a ser protagonista en una noche cargada de emoción en La Bombonera. El tanto llegó en el último suspiro del primer tiempo y fue el detonante de una celebración desbordante por parte de los hinchas, que colmaron las tribunas para acompañar al conjunto xeneize en la fecha 15 del Torneo Clausura 2025.
El delantero oriundo de Santiago del Estero, que ya había sido figura en la victoria frente a Estudiantes de La Plata, reafirmó su gran momento futbolístico con una jugada llena de oportunismo y determinación. Tras un pelotazo largo que encontró descolocada a la defensa rival, Zeballos encaró el área y definió con precisión ante Franco Armani. El arquero de River alcanzó a desviar el balón, pero el rebote volvió a quedarle al atacante, quien no perdonó y empujó la pelota al fondo de la red para romper el empate.
El estadio explotó en un grito ensordecedor, mientras el “Changuito” corría a festejar su gol colgándose del alambrado, gesto que, aunque provocó una de las postales más intensas de la noche, le valió una tarjeta amarilla por parte del árbitro Nicolás Ramírez. Aun así, su celebración fue una muestra clara de lo que significó ese gol tanto para él como para el equipo.
Con esa anotación, los dirigidos por Claudio Úbeda se marcharon al entretiempo con la tranquilidad de tener la ventaja en un primer tiempo equilibrado y de alto ritmo. River había manejado más la pelota, intentando imponer su juego desde la posesión, pero Boca fue más efectivo y supo aprovechar su momento justo antes del descanso. Ese gol, además de poner al Xeneize en ventaja, alimentó las ilusiones de los hinchas, que sueñan con sellar la clasificación a la Copa Libertadores y mantener la buena racha en el torneo.
