Central Córdoba sufrió la noche de Eduardo Salvio, quien volvió a jugar en Boca tras la denuncia por violencia de género de su exmujer y convirtió por duplicado en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
A los dos minutos de juego en el Único Madre de Ciudades, el Toto, que había desperdiciado una chance inmejorable en el área, conectó con precisión un centro de Óscar Romero desde la izquierda y firmó el 1-0 ante el Ferroviario.
Apenas la pelota infló la red, el delantero xeneize fue a celebrarlo con sus compañeros y se besó el escudo de cara a la tribuna. Además, las cámaras de la TV lo capturaron secándose las lágrimas con la camiseta. Su último tanto había sido el 11 de diciembre del año pasado, justamente frente al elenco santiagueño, que aquella noche perdió 8-1 en La Bombonera.
Ya en el cierre del complemento, a los 38 minutos, Salvio le sacó provecho a un centro al punto penal de Sebastián Villa y, con un cabezazo esquinado, anotó el 2-1. Sonrisa y puño apretado para alivio de Sebastián Battaglia, quien tendrá una oportunidad más como DT.
“Estoy muy feliz por los dos goles, por cómo se dio todo. Necesitábamos esta victoria después de una semana en la que se habló mucho. En Boca si no se gana siempre se va a hablar. Puede pasar algo tan chiquito para nosotros y por fuera se va a ver muy grande. Estamos tranquilo, sabemos lo que queremos, también sabemos que no venimos jugando bien», expresó el atacante, que volvió a jugar después de la denuncia por violencia de género de su expareja.
Consultado sobre su emoción y sus ojos vidriosos al momento de festejar la primera de las dos conquistas, el Toto indicó: “Es por lo que estuve viviendo estos días. Necesitaba una alegría así. Estoy contento por los goles y la victoria. Trato de estar tranquilo, tener mi cabeza únicamente en el fútbol y hoy gracias a Dios pude convertir”.
 
 