Otamendi celebró su gol de cara a la hinchada de Boca, que lo abucheó por su vínculo con River

En un encuentro vibrante disputado en el Hard Rock Stadium de Miami, Boca Juniors igualó 2 a 2 frente al Benfica en el arranque del Grupo C del Mundial de Clubes, protagonizando uno de los enfrentamientos más esperados y cargados de tensión de la fase inicial. Durante la ceremonia de ingreso al campo, se produjo un momento significativo que tuvo como foco principal a Nicolás Otamendi, referente y capitán del equipo portugués.

La recepción que recibió Otamendi por parte del público estuvo marcada por su conocida simpatía hacia River Plate, algo que había declarado públicamente años atrás. Esa confesión le valió el rechazo inmediato de los simpatizantes de Boca, quienes colmaron las tribunas del estadio. En cuanto su nombre fue anunciado y cada vez que entró en contacto con el balón, una fuerte silbatina generalizada se apoderó del ambiente, reflejando el descontento de los hinchas xeneizes.

A diferencia de su compañero Ángel Di María, quien fue recibido con cálidos aplausos, Otamendi no solo fue abucheado con intensidad, sino que además fue blanco de burlas desde las gradas. Apenas puso un pie en el terreno de juego, la hinchada de Boca, liderada por «La 12», entonó uno de sus cánticos más característicos: «El que no salta, se fue a la B…», haciendo alusión al descenso de River y al vínculo afectivo del defensor con ese club.

Ya en el desarrollo del juego, Otamendi tuvo un comienzo poco favorable. En la apertura del marcador, fue ampliamente superado por Miguel Merentiel, el atacante uruguayo de Boca, quien se anticipó en el área y definió sin oposición ante el arquero rival, aprovechando la falla defensiva del argentino para poner en ventaja al conjunto de La Ribera.

Posteriormente, Rodrigo Battaglia amplió la diferencia para Boca con el segundo tanto del partido, aunque en esa jugada Otamendi no tuvo participación directa ni responsabilidad alguna. Sin embargo, su presencia volvió a ser determinante minutos más tarde: en una jugada ofensiva del Benfica, tras un tiro de esquina bien ejecutado, el defensor argentino logró anticiparse a Carlos Palacios, quien terminó cometiéndole infracción dentro del área. El árbitro, con ayuda del VAR, sancionó penal. Fue entonces cuando Di María se encargó de la ejecución y descontó con gran categoría, devolviendo al Benfica a la pelea por el resultado.

Durante la segunda mitad, el equipo portugués se mostraba impreciso y con dificultades para generar peligro, pero logró igualar el marcador cerca del final del encuentro. Fue Nicolás Otamendi, nuevamente protagonista, quien a los 84 minutos se elevó con firmeza en el área rival y conectó de cabeza un centro preciso enviado por Orkun Kökçü desde la esquina. Libre de marca, su cabezazo se convirtió en el tanto del empate 2-2.

Tras ese gol, el defensor argentino no ocultó su reacción frente al hostil recibimiento que había tenido por parte de la hinchada de Boca: celebró el tanto con una expresión desafiante, dirigiendo su mirada directamente hacia las tribunas, en clara respuesta a los silbidos y burlas que había recibido por su declarado amor por River.