El conjunto dirigido por Diego Flores había enfrentado dificultades para afianzarse en su propio estadio, mientras Gimnasia de Mendoza había aprovechado la situación para imponerse en el marcador. En ese momento, el equipo visitante había liderado el encuentro con un marcador de 1-0 frente a San Martín de Tucumán en el estadio de La Ciudadela. El gol que había marcado la diferencia lo había anotado Luis Silba a los 12 minutos del segundo tiempo, un exjugador del equipo tucumano que, con su tanto, había agregado un toque especial a ese enfrentamiento.
El equipo del «Traductor Flores», sumó otra desilusión para los hinchas del Santo tucumano que fue despedido con una silbatina multitudinaria y tendrá que Jugar un año más en la Primera Nacional.
