El periodista Pablo Carrozza, famoso por su estilo frontal y por no medir sus palabras al opinar sobre el fútbol, volvió a llamar la atención con su último video en YouTube. En esta ocasión, evaluó lo ocurrido el lunes pasado en el estadio José Fierro, donde Atlético Tucumán sufrió una derrota por 2-1 ante San Lorenzo, en medio de un ambiente cargado por las protestas del plantel relacionadas con pagos pendientes de premios.
Desde el inicio de su análisis, Carrozza dejó en claro su postura: con una crítica dura al comportamiento de los futbolistas, aseguró que “es el socio el que paga la entrada” y que “el jugador de fútbol es lo peor que tiene este deporte”, diferenciando entre quienes ya han defraudado a los hinchas y los que podrían hacerlo en el futuro.
Su foco se centró especialmente en los referentes del equipo, Leandro “El Loco” Díaz y Guillermo “Bebe” Acosta, quienes fueron protagonistas de la polémica. Carrozza cuestionó la actitud de Acosta tras el partido, cuando responsabilizó a la prensa por las críticas recibidas, afirmando sentirse “como un hijo de puta”.
Defendió el derecho de los hinchas a expresar su descontento y fue contundente al describir lo que, según él, pasa en gran parte del fútbol argentino: “Son mercenarios, corren por los dólares y no por el escudo”.
Lejos de suavizar su opinión para no generar controversias, Carrozza defendió el derecho de los fanáticos a manifestar su descontento y realizó una crítica general al fútbol argentino: describió a muchos jugadores como mercenarios que buscan el beneficio económico antes que el compromiso con los colores del club.
El comunicador también aclaró que sus declaraciones no buscaban favorecer a la dirigencia de Atlético Tucumán, recordando las tensiones que mantiene con el presidente Mario Leito, a quien también criticó por su gestión. Sin embargo, el núcleo de su análisis estuvo dirigido a la falta de profesionalismo y compromiso de ciertos jugadores, enfatizando que detrás de cada camiseta hay miles de hinchas que sostienen al club con su pasión y esfuerzo, y que merecen respeto y dedicación de quienes representan al equipo en la cancha.
