El «tucumanazo» se hizo sentir en la Ciudadela, donde más de 20 mil fanáticos llenaron el estadio y alimentaron aún más sus sueños de volver a la primera división del fútbol argentino, después de cinco años en la Primera Nacional. Todo esto fue posible gracias al cabezazo de Nicolás Moreno, que le dio la victoria a San Martín de Tucumán sobre su homónimo de San Juan, posicionándolo en lo más alto de la Zona A.
El entrenador, el «Traductor» Flores, encontró la clave del partido en el banco de suplentes. Recordando el partido anterior en Sarandí, donde Moreno entró desde el banco y marcó el gol del empate, decidió volver a confiar en el joven del club. Con la camiseta roja y blanca en el corazón, el jugador número 19 se elevó más alto que todos y aprovechó un preciso centro de Lucas Diarte para romper un marcador que parecía imposible de abrir. A los 27 minutos del segundo tiempo, Moreno encontró la fórmula y con un certero cabezazo venció la resistencia del arquero Matías Borgogno.
El Ciruja fue recompensado por su persistencia. En un duelo muy disputado y lleno de tensión, el equipo local se apoyó en su deseo de asegurar los tres puntos en casa, superando al Verdinegro y quedando como el único líder del grupo.
La voz del protagonista no se hizo esperar. “Es una alegría tremenda y más porque soy hincha del club”, expresó Nicolás Moreno, el autor del gol que llevó a San Martín de Tucumán a la cima del torneo.