El pasado domingo por la noche, en medio de especulaciones y rumores sobre posibles candidatos, se realizó una reunión clave donde Juan Román Riquelme finalmente reveló a su círculo íntimo del Consejo de Fútbol de Boca su elección para el puesto de director técnico: «Es el que más me gusta por su estilo de juego», afirmó, refiriéndose a Fernando Gago. Los miembros del consejo, Marcelo Delgado, Raúl Cascini y Mauricio Serna, tomaron nota de esta preferencia, que dejó en claro que Gago es el principal candidato para reemplazar a Diego Martínez. De este modo, Gago se posiciona con ventaja frente a otros posibles aspirantes, como Guillermo Barros Schelotto.
La decisión también impacta en el interinato de Mariano Herrón, quien, según lo discutido en la reunión, solo estará al frente del equipo hasta el partido contra Argentinos Juniors. Riquelme espera que, si se logra un acuerdo rápido con Gago, este pueda debutar como técnico en el partido posterior a la fecha FIFA contra Tigre en Victoria, con vistas a los cuartos de final de la Copa Argentina contra Gimnasia.
Aunque el nombre de Rodolfo Arruabarrena también fue considerado, su candidatura no generó controversia en la reunión. Actualmente, Arruabarrena dirige en Arabia Saudita al Al-Taawoun y, aunque hubo un sondeo, no se avanzó en negociaciones concretas. Tanto Arruabarrena como Barros Schelotto formaron parte de la gestión de Daniel Angelici, lo que podría influir en las preferencias actuales. Schelotto, quien vive en Estados Unidos, ha manifestado que estaría dispuesto a dialogar si Riquelme lo contacta, aunque también impondría ciertas condiciones, como una depuración del plantel.
Sin embargo, las relaciones entre Riquelme y Barros Schelotto, así como con Martín Palermo, están marcadas por diferencias personales y viejas tensiones, como lo demuestra la referencia a incidentes pasados, particularmente la histórica final intercontinental contra el Real Madrid en Tokio, donde las decisiones de Bianchi y las preferencias de algunos jugadores aún resuenan en las memorias del club.
Pese a la circulación del nombre de Guillermo Barros Schelotto, todo indica que este podría haber sido mencionado como una maniobra de distracción. Según lo que pudo averiguar Clarín, Fernando Gago «se muere de ganas por dirigir a Boca», un sentimiento que Riquelme conoce de primera mano, ya que ambos comparten representante, Aaron Anselmino.
En un reciente viaje a Inglaterra, Daniel Bolotnicoff, representante de Riquelme, mantuvo conversaciones con Marcelo Lombilla, agente de Gago, donde se confirmó que el contrato de Gago con Chivas de Guadalajara incluye una cláusula de rescisión superior al millón de dólares. Aunque esta cifra es elevada, no sería un obstáculo insalvable para Boca, ya que el club ha lidiado con situaciones contractuales similares en el pasado.
Por su parte, Gago ha sido cauto al referirse al tema públicamente. Tras el empate de Chivas con Monterrey, dirigido por Martín Demichelis, Gago declaró: «No hubo nada», pero la realidad parece indicar lo contrario.
El listado de entrenadores que han sonado para el puesto tras la derrota de Boca ante Belgrano incluye nombres como José Pekerman, Eduardo Domínguez, Antonio Mohamed, Fernando Ortiz y el Kily González. También surgieron en las últimas horas las opciones de Luis Zubeldía y Gabriel Milito, quienes actualmente tienen compromisos en Brasil, pero la posibilidad de contactarlos parece lejana debido a sus actuales responsabilidades.
Mientras tanto, Mariano Herrón, quien este lunes dirigió el primer entrenamiento del equipo, tiene un papel temporal, y la urgencia por encontrar un técnico definitivo aumenta. Riquelme, a pesar de su estatus de ídolo en Boca, enfrenta una creciente presión por parte de los hinchas, que comienzan a cuestionar su gestión como directivo. Por ello, la elección de un entrenador con respaldo y aceptación, como Gago, parece ser crucial para calmar las aguas.
El equipo técnico de Gago estaría compuesto por figuras de confianza, como Federico Insúa, su habitual ayudante de campo desde sus días en Aldosivi. Insúa, que también tuvo una destacada carrera en Boca durante la era de Alfio Basile, sería un acompañante clave en esta nueva etapa. Asimismo, Fabricio Coloccini, Diego Cogliandro, Gustavo Maddoni, Roberto Luzzi (preparador físico) y Lucas Vaeza (preparador alterno) formarían parte del equipo de trabajo.
Riquelme espera resolver esta situación lo antes posible, consciente de que la paciencia de la hinchada se agota. Con un partido interino contra Argentinos Juniors por delante, la próxima fase de este proceso será determinante para definir el futuro inmediato de Boca.
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