San Martín de Tucumán inició su participación en el torneo de la Primera Nacional con un empate sin goles frente a Almagro, en un partido que dejó sensaciones agridulces para el equipo tucumano debido a su bajo rendimiento. El encuentro se disputó este sábado en el estadio 3 de Febrero de Buenos Aires y marcó el debut del conjunto dirigido por Diego Martos en la nueva temporada del campeonato de ascenso.
El equipo titular del Santo estuvo conformado por Darío Sand en el arco; una línea defensiva integrada por Federico Murillo, Juan Orellana, Guillermo Rodríguez y Franco Quiróz; en el mediocampo jugaron Gustavo Abregú, Matías García, Juan Cuevas y Agustín Prokop; mientras que en la delantera estuvieron Juan Cruz Esquivel y Nicolás Moreno.
Durante la primera etapa del partido, San Martín tuvo dificultades para asentarse en el campo de juego y sufrió varios sobresaltos en su área. Desde el inicio, el arquero Darío Sand se convirtió en la figura más destacada del equipo tucumano, interviniendo en momentos clave para evitar la caída de su valla. A los 10 minutos de juego, el guardameta logró desviar un potente remate de Ariel Chaves que amenazaba con abrir el marcador a favor de Almagro.
Poco después, cuando San Martín aún no lograba encontrar su ritmo, Sand volvió a ser protagonista con una atajada fundamental. En esta ocasión, el arquero neutralizó un tiro libre ejecutado con gran precisión por Maximiliano Luayza, impidiendo lo que parecía un gol seguro para el equipo local. A excepción de una salida desafortunada sobre el final del primer tiempo, el rendimiento de Sand fue determinante para mantener el cero en el marcador, mostrando seguridad y tratando de transmitir confianza a sus compañeros en un partido en el que el equipo no lograba desplegar su mejor juego.
En la segunda mitad, el entrenador Martos intentó modificar el rumbo del partido realizando variantes en el equipo. Decidió enviar al campo de juego a Martín Pino y Jesús Soraire, buscando mayor presencia ofensiva y una mejor distribución en el mediocampo. La oportunidad más clara de gol para San Martín llegó con un tiro libre ejecutado por Juan Cuevas, que estuvo cerca de romper la paridad en el marcador. A pesar del esfuerzo del conjunto tucumano por encontrar el gol de la victoria, el equipo no logró concretar sus llegadas y el partido finalizó con el mismo resultado con el que había comenzado.
El empate sin goles dejó en evidencia que San Martín deberá ajustar varios aspectos en su funcionamiento colectivo para encarar con mayor solidez los próximos compromisos del torneo. A pesar del resultado, el equipo tiene margen para mejorar y deberá enfocarse en corregir sus errores de cara a lo que resta del campeonato de ascenso.
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