Después del empate de la fecha pasada contra Nueva Chicago, San Martín sabía que necesitaba un triunfo en La Ciudadela para volver a meterse en la parte alta de la tabla de posiciones de la Primera Nacional y darle pelea a Belgrano, único puntero de la categoría. Y si bien no jugó un gran encuentro, terminó logrando una buena victoria ante un Deportivo Maipú que venía de protagonizar un escándalo en Mendoza, cuando desde la popular le tiraron una bengala a Cristian Correa, arquero de Tristán Suárez, quemándolo. ¿El partido? Se había suspendido.
Ante más de 20.000 simpatizantes, el Ciruja sacó adelante un trámite que no fue para nada sencillo. Es que los de Juan Manuel Sara se plantaron en Tucumán y demostraron la ambición de quedarse con los tres puntos. Sin embargo, la falta de contundencia en los últimos metros le jugó una mala pasada.
Por el lado del local sucedió todo lo contrario, ya que pudo lastimar en el cierre del primer tiempo con una de sus armas favoritas: la pelota parada. Sí, con una jugada diagramada en el laboratorio de Pablo de Muner, se puso en ventaja: el Cruzado perdió la marca de Rodrigo Herrera, que cabeceó para la aparición goleadora de Juan Miritello, uno de los refuerzos del equipo en el último mercado de pases.
En el complemento, el Santo jugó con la desesperación de su rival. Se cerró bien atrás, le cedió la pelota al Botellero y buscó salir rápido de contra para definir el partido. Pero el marcador no se movió y San Martín se conformó con el 1-0 para meterle otra vez presión al Pirata en la cima.