La sífilis, una infección de transmisión sexual que ha representado un desafío constante para la salud pública a lo largo de la historia, está experimentando un alarmante repunte a nivel global. En el contexto actual del siglo XXI, los números relacionados con esta enfermedad vuelven a ser motivo de preocupación. Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre 2020 y 2022 se registró un aumento del 30 por ciento en los casos de sífilis en personas de entre 15 y 49 años, lo que pone de manifiesto la urgencia de tomar medidas coordinadas para frenar esta tendencia.
Recientemente, en el ámbito deportivo, se conoció que tres jugadores del club Boca Juniors dieron positivo en las pruebas realizadas para detectar la sífilis. El periodista Federico Flowers reportó que el plantel, incluidos jugadores y cuerpo técnico, se sometió a un control de rutina en una clínica de la zona de Saavedra, y tres de los 34 exámenes realizados resultaron positivos. Esto generó gran preocupación, ya que, aunque no se trataban de conflictos directamente relacionados con la abuela de los jugadores, sí se resaltó la importancia de tomar en serio este tipo de situaciones y aclarar qué pudo haber sucedido para que tres personas del mismo grupo contrajeran la enfermedad.
En Argentina, la situación no es aislada. En los últimos seis años, los casos de sífilis en el país aumentaron en un 42 por ciento, un dato alarmante que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias. De acuerdo con el informe más reciente del Ministerio de Salud, este crecimiento se debe principalmente a los cambios en los hábitos sexuales de los jóvenes de 15 a 34 años, que han incrementado el sexo casual y el uso incorrecto o escaso del preservativo, lo que favorece la propagación de infecciones de transmisión sexual (ITS).
Según un estudio del Programa de Adolescencia del Hospital de Clínicas de la UBA, solo el 5 por ciento de los adolescentes utiliza siempre preservativos en sus relaciones íntimas, lo que resulta fundamental para prevenir enfermedades como la sífilis. Este fenómeno no es exclusivo de Argentina, sino que refleja una tendencia global, aunque el aumento de casos en el país es particularmente notorio. En 2010, se registraron menos de 5.000 casos, pero en 2023 esa cifra superó los 32.000, alcanzando el nivel más alto en tres décadas. Entre 2018 y 2023, el país acumuló 129.620 casos de sífilis, con una tasa de incidencia que pasó de 51 casos por cada 100.000 habitantes en 2018 a 69 en 2023.
El aumento de contagios afecta principalmente a los jóvenes de entre 20 y 24 años, con una tasa de 219 casos por cada 100.000 habitantes, seguido por los grupos de 25 a 29 años (185) y 30 a 34 años (126). Si bien las mujeres presentan mayores tasas de incidencia entre los 15 y los 39 años, en personas mayores de 50 años, los hombres superan las cifras de las mujeres. El Boletín Epidemiológico Nacional advierte que la sífilis sigue siendo un problema de salud pública de creciente importancia.
La propagación de la sífilis también refleja desigualdades en el acceso a servicios de salud, lo que agrava aún más la situación. Esta infección es causada por la bacteria Treponema pallidum y puede transmitirse a través de relaciones sexuales sin protección, el contacto con lesiones de la piel o mucosas infectadas, de madre a hijo durante el embarazo o por transfusiones de sangre contaminada. Aunque es una enfermedad tratable y curable, si no se detecta a tiempo, puede ocasionar complicaciones graves.
Los síntomas de la sífilis varían según la etapa: en la fase primaria, aparecen chancros indoloros; en la secundaria, erupciones cutáneas, y en la fase terciaria, complicaciones severas como parálisis y daños en el corazón. El uso adecuado y constante del preservativo es una de las formas más efectivas para prevenir la transmisión de ITS como la sífilis, VIH, hepatitis B y C, gonorrea y clamidiasis. Sin embargo, su eficacia disminuye significativamente cuando se usa de forma incorrecta, cayendo del 98% al 87%.
La Organización Mundial de la Salud resalta que el uso del preservativo fue clave para mitigar la propagación del VIH, evitando millones de infecciones desde 1990. Promover su uso sigue siendo una prioridad, pero también un desafío que requiere abordar las desigualdades de género y fomentar una educación sexual adecuada entre las nuevas generaciones. Con 32.293 nuevos casos de sífilis en 2023 y proyecciones similares para 2024, esta enfermedad continúa siendo un importante desafío de salud pública. Las autoridades y profesionales de la salud insisten en la necesidad de intensificar las campañas de educación sexual, asegurar el acceso a preservativos y fortalecer los servicios de salud para frenar el aumento de casos, solo así será posible mitigar la propagación de una enfermedad que, aunque tratable, sigue siendo un riesgo creciente.
