En la noche del domingo, poco después de que el presidente Javier Milei reconociera públicamente la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el ministro de Economía, Luis Caputo, utilizó su cuenta en la red social X para enviar un mensaje de calma a los mercados. Allí sostuvo de manera categórica que “no habrá cambios en la política económica”, y aclaró que la estrategia oficial seguirá siendo la misma en los frentes fiscal, monetario y cambiario.
Las palabras del ministro surgieron en un escenario de fuerte incertidumbre financiera, ya que la contundente victoria de Fuerza Patria en territorio bonaerense —con una diferencia superior a los diez puntos respecto de La Libertad Avanza— encendió las alarmas en el mercado cambiario. En particular, los operadores prevén un recrudecimiento de la tensión que ya se había dejado ver en las últimas jornadas en el circuito de “criptodólares”, donde la cotización superó los $1.400 y se aproximó al límite máximo de la banda de flotación establecida por el propio Gobierno.
De acuerdo con un relevamiento realizado por Clarín, los analistas consideran que el resultado electoral configura “el peor de los escenarios” previstos por los inversores. Según su visión, aunque la suba del dólar y el incremento del riesgo país —que ya había superado los 900 puntos básicos el viernes previo a los comicios— anticipaban un clima pesimista, la magnitud de la derrota profundiza ese malestar y podría generar un castigo mucho más severo en los precios de bonos y acciones.
Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica, señaló que el mercado esperaba una derrota moderada del oficialismo, pero no con una brecha tan amplia. A su juicio, la diferencia superior al 10% tendrá repercusiones inmediatas en las variables financieras, tanto en los activos locales como en los bonos argentinos que se negocian en el exterior. Para enfrentar la coyuntura, el economista advirtió que se requiere una estrategia de comunicación mucho más formal y efectiva, que no se limite a mensajes en redes sociales o plataformas de streaming, sino que involucre declaraciones oficiales del ministro de Economía, del titular del Banco Central y del secretario de Finanzas, ofreciendo certezas concretas sobre las decisiones que se tomarán en el corto plazo.
En este punto, Delgado recordó que el Tesoro debe afrontar en los próximos días un vencimiento de deuda cercano a los $8 billones. Según explicó, el equipo económico tendrá que detallar con claridad qué instrumentos financieros piensa licitar, bajo qué condiciones y cómo intentará garantizar un roll over que evite tensiones mayores. También remarcó la necesidad de explicar qué medidas se aplicarán para mantener cierto orden en el mercado cambiario, que inevitablemente se verá puesto a prueba esta semana.
Los especialistas coinciden en que la magnitud de la respuesta del mercado estará directamente vinculada a la reacción del Gobierno y a la velocidad con la que implemente medidas de “control de daños”. Sin embargo, varios ponen en duda la viabilidad de la estrategia que Caputo había delineado para mantener al dólar dentro de la banda, por debajo del techo de $1.470, al menos hasta las elecciones nacionales de octubre.
En este sentido, Martín Polo, economista de Cohen, sostuvo que el tipo de cambio tendrá una fuerte demanda en los próximos días y que la clave será el accionar del Banco Central. Según su análisis, el Tesoro ya utilizó US$ 500 millones en la última semana para contener al mercado y apenas dispone de unos US$ 1.000 millones adicionales para sostener la estrategia, lo que vuelve difícil prolongar el esquema actual hasta octubre. Para Polo, el lunes se transformará en una “prueba de fuego” que pondrá a examen la eficacia de las bandas cambiarias.
Otros consultores, que prefirieron mantener su identidad en reserva, coincidieron en este diagnóstico. Advirtieron que la gestión económica viene “corriendo de atrás” sin dar respuestas claras y que, si no se realiza una autocrítica profunda, será difícil encauzar la situación. Consideran que la intervención del Banco Central en caso de que el dólar llegue al límite de la banda podría dar una señal positiva, aunque si no se reconstruye la confianza, la estrategia no pasará de ser un alivio pasajero.
Por su parte, Amílcar Collante agregó que el mercado exigirá no solo definiciones económicas, sino también señales políticas y respaldo internacional. A su juicio, el Gobierno deberá mostrar firmeza frente a los recientes escándalos de corrupción y, al mismo tiempo, conseguir apoyos externos, ya que si el Banco Central comienza a perder reservas de manera sostenida en la defensa del techo de la banda, los actores internacionales —incluido el FMI— exigirán un rediseño completo del programa económico.
La reacción negativa no se hizo esperar. Apenas se conocieron los resultados, las acciones argentinas que cotizan en el exterior se desplomaron en el mercado “overnight”: YPF encabezó las pérdidas con una caída superior al 10%, seguida por el Grupo Financiero Galicia, que retrocedió casi 9%. Los analistas esperan que este lunes tanto las acciones en el índice S&P Merval como los bonos soberanos en dólares y en pesos reflejen con crudeza la desconfianza. Según el economista Gustavo Neffa, el Tesoro enfrentará además el desafío de renovar $8 billones en vencimientos con tasas de interés cada vez más altas, lo que podría impactar directamente sobre la economía real.