El Gobierno ha iniciado recientemente los preparativos para avanzar en la eliminación de subsidios a las tarifas de energía, con la meta de eliminar completamente su impacto en las cuentas fiscales en un plazo de tres años. Esta medida forma parte del plan de ajuste fiscal propuesto por el ministro de Economía, Luis Caputo, que resultará en aumentos en las facturas de luz y gas a partir de 2024. Estos ajustes son considerados esenciales para lograr un superávit fiscal primario.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, lidera un plan que redefine la asistencia, centrándose en los sectores de menores ingresos y estableciendo un tope mensual de consumo subsidiado, dependiendo de la capacidad de pago. Aquellos que excedan este límite deberán pagar la tarifa completa. Los subsidios se dirigirán solo a una parte específica de la demanda. Además, se prevé una recalibración de los contratos con las empresas del sector para reflejar menores costos en tarifas más bajas.
Caputo ha destacado que el ajuste de 0,7 puntos del PBI en subsidios propuesto para 2024 se divide en 0,5 puntos para energía y 0,2 puntos para transporte. Este ajuste representa una cuarta parte del total de 2,9 puntos del PBI planeados para el próximo año. Se espera corregir este desequilibrio gradualmente, aproximadamente un tercio por año.
En relación con la energía, la segmentación actual considera tres categorías de usuarios: N1 (ingresos altos), N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios). El nuevo enfoque busca subsidiar la demanda en lugar de la oferta, estableciendo límites de consumo para la asistencia y aplicando tarifas completas para el excedente.
Otro aspecto clave del plan es la reevaluación de la ecuación financiera de los contratos para reducir los costos de las empresas, lo que podría traducirse en tarifas más bajas. Sin embargo, la premisa principal sigue siendo la de «precios libres», como se evidenció recientemente en el mercado de combustibles.
La reducción de los subsidios es crucial para el objetivo fiscal del Gobierno, y cualquier demora en este proceso podría generar costos. Se han tomado medidas importantes en los primeros días de gestión, como la convocatoria a audiencia pública para definir aumentos en las tarifas de gas y la declaración de emergencia energética para iniciar la adecuación de las tarifas de luz y gas.
Consultoras como Equilibra y Economía y Energía advierten sobre la posible necesidad de nuevos incrementos en los próximos meses para compensar la fluctuación de los costos. Estas proyecciones sugieren aumentos significativos en las facturas de electricidad y gas para distintos niveles de consumidores, lo que podría generar preocupación en la sociedad, especialmente en un contexto de ingresos afectados.