La dirección del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) confirmó la dimisión de Guillermo Manzano, quien hasta ahora se desempeñaba como responsable del área encargada de uno de los índices más sensibles del organismo: el costo de vida. La renuncia se produjo en el marco de tensiones internas vinculadas con el modo de trabajo y con la organización de los equipos, según informaron fuentes del organismo que conduce Marco Lavagna.
Desde la institución se aclaró que la salida de Manzano no debe ser interpretada en el marco de rumores malintencionados que circularon en las últimas horas, sino como una consecuencia de “diferencias de criterios y formas sobre la gestión de equipos”. Además, remarcaron que “como es habitual en el Indec, cualquier novedad de naturaleza metodológica es comunicada por esta vía oportunamente, en cumplimiento de buenas prácticas estadísticas”.
La decisión de apartarse de su puesto se da en un contexto particularmente sensible, ya que coincide con las expectativas generadas en torno a la postergada publicación de una nueva metodología para calcular la inflación. Actualmente, el esquema de ponderación que se utiliza para armar la canasta de bienes y servicios tiende a beneficiar al Gobierno: mantiene con cierto control el rubro alimentos, aunque al mismo tiempo permite que otros sectores, como transporte, registren incrementos por encima del promedio general.
El nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC), que según trascendió ya está diseñado desde fines de 2024, recién sería dado a conocer hacia finales de este año. De acuerdo con la información oficial incluida en el staff report del Fondo Monetario Internacional, el IPC actualizado en base a la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017/2018 será publicado en diciembre de 2025. La fecha de difusión, que fue establecida para después de las elecciones legislativas, generó suspicacias en distintos sectores.
En el mencionado informe, el FMI señaló que “se espera que el instituto de estadística (INDEC) publique a finales de 2025 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) actualizado, basado en la encuesta de gastos de los hogares de 2017-2018, para reflejar mejor los cambios estructurales en los patrones de costos y mejorar la calidad de los datos. El momento preciso de esta publicación se discutirá en el contexto de la próxima revisión”.
Lo llamativo es que el debut de este índice coincidiría con la etapa posterior a los comicios de medio término, una instancia a la que el oficialismo de La Libertad Avanza aspira llegar mostrando cierta moderación en la escalada de precios. Sin embargo, los especialistas advierten que el nuevo método de cálculo podría exponer un ritmo de inflación más acelerado que el que reflejan las estadísticas actuales.
A esto se suma que en el mes de agosto se prevé un impacto adicional derivado de la volatilidad que experimentó el mercado cambiario hacia fines de julio. Ese sacudón financiero podría trasladarse a los precios de bienes y servicios, intensificando aún más la presión inflacionaria y complicando el escenario económico en el corto plazo.