El último Informe de Perspectivas Mundiales del Banco Mundial ha revisado negativamente sus previsiones para Argentina, proyectando ahora una contracción del 3,5% en su PIB. Este ajuste coloca a Argentina como la economía con la mayor caída en América Latina para el año 2024.
En enero, el Banco Mundial había estimado un crecimiento del 2,7% para Argentina en 2023. Sin embargo, en abril, esta previsión se revirtió, anticipando una disminución del 2,8%. La más reciente actualización profundiza aún más esta caída, llevándola al 3,5%.
El informe explica que «las previsiones de crecimiento para 2024 se han revisado a la baja desde enero, principalmente debido a una marcada rebaja para Argentina, que ahora se prevé que se contraiga este año antes de reanudar el crecimiento el año próximo». Además, añade que «la economía argentina se contraerá notablemente, un 3,5% en 2024, antes de repuntar un 5% en 2025».
El Banco Mundial también aborda la cuestión de la inflación en Argentina, destacando que, a diferencia de otros países de la región, Argentina ha experimentado un aumento significativo en la inflación mensual a principios de 2024. No obstante, ahora se observan señales de moderación tanto en la inflación general como en las expectativas inflacionarias.
La entidad, liderada por Ajay Banga, menciona que el gobierno de Javier Milei está adoptando un nuevo enfoque político para enfrentar los retos económicos del país, basado en la consolidación fiscal y el reajuste de los precios relativos, incluido el tipo de cambio. Se espera que la inflación siga siendo elevada durante este año, aunque disminuya rápidamente.
En cuanto a la región de América Latina y el Caribe, el Banco Mundial ha reducido su estimación de crecimiento en un 0,5%, situándola ahora en el 1,8%. Este ajuste se debe en parte al «deterioro en las perspectivas de corto plazo para Argentina», aunque se espera que esta contracción sea temporal, como resultado de las políticas fiscales y monetarias necesarias para corregir desequilibrios crónicos.
El Banco Mundial también prevé que la actividad económica en la región se fortalecerá en 2025, a medida que se resuelvan los desequilibrios macroeconómicos, se eliminen las distorsiones del mercado y se controle la inflación, lo que permitiría un rebote del 5% en el PIB de Argentina.
Otras causas de la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento regional incluyen la disminución de las exportaciones y las tasas de interés todavía elevadas. Argentina es uno de los dos países de la región para los cuales se anticipa una recesión este año, junto con Haití, que se espera tenga una contracción del 1,8%.
Entre los países sudamericanos con mejores perspectivas de crecimiento se encuentran Paraguay (+3,8%), Uruguay (+3,2%) y Perú (+2,9%). Por otro lado, las dos economías más grandes de la región, Brasil y México, tienen estimaciones de crecimiento del 2% y del 2,3%, respectivamente.
