En medio del clima de incertidumbre financiera internacional generado por la sorpresiva decisión del presidente estadounidense Donald Trump de incrementar los aranceles a las principales economías globales, el gobierno argentino liderado por Javier Milei intenta proyectar una imagen de firmeza y control. Desde el Ejecutivo nacional insisten en que “todo está funcionando conforme a lo previsto” y que la situación está bajo control, según consignó la periodista Liliana Franco en una nota publicada este lunes por Ámbito.
Ante este nuevo desafío externo, la estrategia oficial se basa en mantener la disciplina fiscal y mostrar prudencia en la administración de las cuentas públicas. Los funcionarios de Casa Rosada afirman que el país, a diferencia de crisis anteriores, se encuentra en una posición macroeconómica más sólida, lo que le permitiría enfrentar con mayor fortaleza los efectos colaterales del nuevo escenario internacional. “Hoy contamos con una macro ordenada, superávit tanto fiscal como financiero”, señalaron voceros del gobierno, intentando calmar cualquier especulación o temor ante la volatilidad que podría desencadenarse.
Para respaldar esa afirmación, desde el equipo económico señalaron algunos indicadores que, en su opinión, reflejan estabilidad en medio del sacudón internacional. “El Banco Central solamente tuvo que intervenir con una venta de 35 millones de dólares, el tipo de cambio apenas se movió un 1%, y si bien el riesgo país subió unos 30 puntos, fue en un contexto de extrema turbulencia para los mercados globales”, explicaron.
Pese a que aún resulta incierto el impacto definitivo que tendrá la política arancelaria de Trump sobre el comercio y las finanzas internacionales, el oficialismo evalúa que, sea cual fuere el resultado, la Argentina no saldrá perdiendo. “Si la estrategia norteamericana tiene éxito, América Latina podría beneficiarse; y si no, de todos modos nuestro país estará en mejores condiciones que antes para afrontar las consecuencias”, razonaron en ámbitos gubernamentales.
Uno de los puntos que destacan con énfasis desde el gobierno libertario es que Argentina ha avanzado significativamente en remover obstáculos que limitaban su acceso a acuerdos comerciales de mayor apertura. En ese sentido, aseguran que el país ha logrado destrabar más de la mitad de las 16 observaciones que se le habían planteado como condiciones para poder aspirar a un acuerdo de arancel cero.
En línea con esa estrategia de integración comercial, el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, realizó un viaje a Estados Unidos hace más de dos semanas. El objetivo de esa misión fue continuar con las tratativas necesarias para afianzar el camino hacia una mayor apertura bilateral.
Días después, durante su visita a la residencia de Mar-a-Lago, en el marco de su encuentro con Donald Trump, el presidente Milei anunció públicamente que Argentina ya había cumplido 9 de los 16 requisitos exigidos para avanzar hacia ese ambicioso acuerdo comercial. A su vez, comunicó que instruyó formalmente tanto a la Cancillería como a la Secretaría de Comercio para que se enfoquen en acelerar el cumplimiento de los puntos restantes.
Finalmente, Milei anticipó que la administración argentina se encuentra trabajando en la “armonización arancelaria” de un grupo de aproximadamente 50 productos, lo que facilitaría un mayor flujo comercial entre ambos países. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia orientada a posicionar a Argentina como un socio confiable y dinámico en el marco de un posible reordenamiento del comercio internacional.