En la jornada de este jueves, el Gobierno Nacional comunicó que durante el primer trimestre del año 2025 se registró una baja en los índices de pobreza e indigencia en Argentina. Según los resultados de un estudio elaborado por un organismo dependiente del Ministerio de Capital Humano, conducido por Sandra Pettovello, el nivel de pobreza descendió al 31,7%, mientras que la indigencia se ubicó en un 7,3%.

El relevamiento, realizado por el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), se basó en datos provistos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En el informe se señala que la reducción de estos índices está relacionada directamente con ciertos factores económicos clave, entre ellos el control inflacionario, el equilibrio en las cuentas macroeconómicas y la implementación de políticas de asistencia directa a las poblaciones más vulnerables.
El informe técnico indica que «los datos surgen de un trabajo del Ministerio de Capital Humano, a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), que en base a datos del INDEC estima que en el primer trimestre de 2025 la pobreza estuvo en el orden del 31,7%». Este dato supone una variación significativa si se lo compara con los registros del mismo período del año anterior: «representa una baja interanual de 23,1 puntos porcentuales con relación al primer trimestre de 2024, cuando se registró el pico más alto de pobreza con una proyección de 54,8%», afirmaron.
Desde el Gobierno remarcaron que el INDEC realiza la publicación oficial de los niveles de pobreza dos veces al año. La última de estas mediciones oficiales reportó una incidencia del 38,1% en el segundo semestre de 2024. En comparación, la medición anterior, correspondiente al primer semestre de ese año, había arrojado un alarmante 52,9%. La próxima estimación oficial está prevista para septiembre y reflejará los datos del primer semestre de 2025.
Las autoridades sostienen que el progreso observado en las cifras sociales se debe a la ejecución de políticas públicas orientadas a estabilizar la economía y mitigar la inflación, junto a un enfoque dirigido de ayuda estatal. “Este descenso se explica por dos factores clave: las políticas económicas tomadas por el Gobierno que ayudaron a equilibrar la macroeconomía y poner un freno a la inflación, y la focalización de transferencias hacia los sectores más vulnerables, directas y transparentes”, señala el comunicado oficial difundido este jueves.

Sin embargo, en paralelo al anuncio de estos datos alentadores, también se conoció que los salarios formales no logran mantener el ritmo inflacionario. El INDEC informó que en abril de 2025 el salario promedio del empleo registrado experimentó un incremento del 2,4%. No obstante, ese aumento quedó por debajo del índice de inflación correspondiente al mismo mes, que alcanzó el 2,8%.
Este desfase entre los ingresos y el costo de vida se explica, en parte, por los vaivenes que afectaron el tipo de cambio oficial tras el cambio de régimen hacia una modalidad de flotación administrada entre bandas y la flexibilización parcial del control cambiario, particularmente en el caso de las operaciones realizadas por personas físicas.
En cuanto a la evolución interanual, el informe del INDEC reveló que el índice general de salarios mostró una suba acumulada del 74,3% respecto al mismo mes del año anterior. Este crecimiento se desglosa en aumentos del 61,0% en los sueldos del sector privado formal, un 58,6% en el empleo público, y un fuerte salto del 182,9% en el sector privado no registrado, también conocido como economía informal.