Según un estudio del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, realizado en 80 carnicerías del AMBA, Córdoba y Rosario, los precios de la carne vacuna registraron un aumento del 4,1% en abril, acumulando un 24,07% en lo que va del año y un 60,1% en los últimos doce meses. Este incremento supera la inflación mensual del 3,4% reportada por el Indec.
El pollo fresco también experimentó un alza significativa, con un 10,7% en abril respecto a marzo, un 15,6% en el año y un 47,6% interanual. Por su parte, el pechito de cerdo aumentó un 3,1% mensual, con subas del 7,18% en cuatro meses y del 61,3% en comparación con abril de 2024.
Entre las distintas categorías de carne vacuna, los precios variaron entre el 3,5% (novillito), 4,6% (novillo) y 5,9% (vaquillona y ternera). En promedio, la categoría liviana de consumo minorista registró un incremento del 4,1% frente a marzo.
Situación del sector y reclamos gremiales
Este informe se difunde en medio de negociaciones paritarias lideradas por la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados, que declaró estado de alerta y movilización debido a la crítica situación del sector. El gremio denunció la falta de propuestas salariales acordes a la inflación reciente, señalando que los ajustes sugeridos por la Secretaría de Trabajo (limitados a un 1% mensual) son insostenibles.
Además, criticó a los empresarios por justificar la congelación de salarios con la crisis del sector: «No somos responsables de sus decisiones económicas, ni aceptamos ser socios en las pérdidas cuando no comparten las ganancias en épocas favorables», afirmó el sindicato. La disputa refleja la tensión entre la escalada de precios de la carne y la resistencia a mejorar los ingresos de los trabajadores.