Según el informe más reciente de la Dirección de Estadística de la Provincia, una familia tipo en Tucumán necesitó alrededor de $27.000 por día en septiembre para cubrir tanto los gastos alimentarios como los esenciales para la vida diaria, como el transporte. La Canasta Básica Total (CBT), que engloba estos gastos, alcanzó los $810.860 en dicho mes, representando un aumento del 4% en comparación con agosto, y apenas superando la inflación mensual, que fue del 3,9% en la provincia. Por otro lado, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que solo considera los costos alimentarios, mostró un crecimiento del 2% en el mismo período, lo que equivale a la mitad de la tasa inflacionaria. Esta variación más moderada se debe a que los alimentos no experimentaron aumentos significativos en septiembre, con un promedio de solo un 2% de aumento mensual. Para una familia tipo, alimentarse sin caer en la indigencia requirió $387.971, lo que implica casi $13.000 diarios destinados exclusivamente a la comida. En términos interanuales, la CBA y la CBT mostraron incrementos notables del 177,4% y 191,3%, respectivamente.
A nivel nacional, el costo de la Canasta Básica Total también registró un aumento, del 2,6% en septiembre. En este contexto, una familia compuesta por dos adultos y dos hijos necesitó contar con $964.619 mensuales para no caer en la pobreza, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La Canasta Básica Alimentaria, por su parte, tuvo un incremento del 1,7%, por lo que el mismo grupo familiar requirió $428.719 al mes para no estar en situación de indigencia.
Un análisis detallado de la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) revela que, desde 2020, la CBT ha aumentado más rápidamente que el IPC, mientras que la CBA ha crecido a un ritmo aún mayor que la CBT. Este fenómeno, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), indica que los precios de los alimentos se han incrementado más que los de otros bienes y servicios que componen la CBT, lo que ha afectado gravemente la capacidad de compra de los hogares en situación de pobreza y, en mayor medida, a los que se encuentran en la indigencia.
Este deterioro en la calidad de vida, reflejado en los crecientes niveles de pobreza e indigencia, se ha producido en el contexto de las políticas económicas, incluyendo la devaluación y las medidas de ajuste aplicadas en diciembre de 2023. En Tucumán, el impacto ha sido particularmente fuerte, con la tasa de pobreza alcanzando el 55,8% y la indigencia afectando al 14,1% de la población.
