El Gobierno tiene previsto determinar esta semana el aumento que se aplicará al precio de la energía mayorista, lo que permitirá conocer la magnitud de los aumentos en las tarifas de luz y gas.
Las consultoras privadas sugieren que los aumentos podrían ser del orden del 40%.
El objetivo principal es reducir los subsidios en alrededor de US$ 130 millones mensuales durante el invierno, según estimaciones de especialistas, quienes creen que el ministro de Economía, Luis Caputo, busca ahorrar unos US$ 390 millones en total.
El incremento se aplicará al precio de la energía mayorista, uno de los tres componentes principales de la tarifa, junto con el transporte y la distribución.
El Gobierno ya ha decidido mantener congeladas las tarifas de transporte y distribución en junio, con el fin de minimizar el impacto de las subidas en los índices de inflación.
Sin embargo, busca continuar reduciendo el costo fiscal y mantener un equilibrio en las cuentas públicas, como ocurrió en el primer cuatrimestre del año.
Un informe en el ámbito energético estimó que el costo fiscal por mantener congelado el precio mayorista de la energía para el 65% de los hogares ascendería a US$ 650 millones mensuales durante junio, julio y agosto. El objetivo de Caputo es reducir ese gasto lo máximo posible.
Mientras se definen estos nuevos aumentos, han comenzado a llegar las facturas de gas con subidas promedio del 380% que se autorizaron en abril.
Esto se debe a una actualización de tarifas para las empresas de distribución y transporte, dos servicios que componen el costo total de las facturas y que también habían quedado rezagados por el congelamiento tarifario del gobierno anterior.
El Gobierno buscó en abril restablecer la rentabilidad de las empresas de gas, entre las que se encuentran Metrogas, Naturgy, Camuzzi, TGN y TGS.
El aumento se produjo justo antes del inicio del invierno, cuando el consumo de gas residencial se duplica. Según los especialistas, esto ha presionado aún más sobre el valor final de las facturas, tanto por los mayores precios como por el incremento del consumo de metros cúbicos de gas.
Para resolver este problema, el gobierno planea establecer un límite de consumo subsidiado para los usuarios de bajos ingresos, que hasta ahora tenían subsidios ilimitados, y reducirá el bloque de consumo con subsidios de los hogares de ingresos medios.
Además, los usuarios residenciales de altos ingresos, comercios e industrias podrían enfrentar una eliminación parcial de los subsidios. Actualmente, los hogares de altos ingresos pagan el 65% del costo de la electricidad y el 51% del suministro de gas.