La Argentina volvió a figurar entre los 10 países de economía más “miserable” del mundo, según el Annual Misery Index, o Índice de Miseria Económica” que anualmente elabora el economista Peter Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, EEUU, un partidario de los sistemas de convertibilidad, o “caja de conversión”, como solución a los países de moneda débil y alta inflación.
En la edición 2019 el país había quedado en el segundo lugar sobre 95 computados y en la de 2020 en el séptimo sobre 156. En la de 2021 escaló una posición, al sexto lugar, también sobre 156 países, detrás de Cuba, Venezuela, Sudán, Líbano y Zimbabwe. superando, dentro del Top 10 de países más económicamente miserables, a Surinam, Angola, Brasil e Irán.
El índice que elabora Hanke surge de sumar las tasas de inflación, de desempleo y de interés nominal, consideradas factores “malos”, y restar, por tratarse de un factor “bueno”, la tasa de crecimiento del PBI por habitante, todos datos al cierre del correspondiente año. Cabe aclarar que la palabra “Misery” en inglés refiere más una situación de desdicha, malestar o penuria ocasional que de pobreza extrema o miseria. El Economic Misery Index original fue una creación del economista Arthur Okun, luego refinada por Robert Barro, profesor de Harvard.
La metodología de Hanke asigna un fortísimo peso a la inflación, pues esta vez a su vez incide sobre la tasa de interés nominal, aun en caso de que la tasa real sea negativa (esto es, inferior a la inflación). En cierto modo, esto duplica un mismo factor. Además, y en especial en economías inestables, esas tasas suelen ser mucho más altas y volátiles que las de desempleo y de variación del PBI por habitante, que cambian más lentamente y es menos habitual que sean de dos dígitos.
Las tasas que Hanke computó para la Argentina son desempleo del 9%, inflación del 51% e interés nominal del 35%, suma de la que detrajo el 9% que el año pasado aumentó el PBI por habitante.
Índice de miseria 2021: los diez países con peor calificación

En el nuevo ranking Cuba, que en la edición 2020 había aparecido como el país mejor posicionado de América Latina, aparece ahora como el país económicamente más miserable del mundo, debido a una altísima tasa de inflación, del 1.221,8% derivada de una devaluación del 95% de la moneda cubana. “Las devaluaciones llevan a tasas más altas de inflación, encarecen el precio de producir bienes y servicios, incluidos los de exportación, lo que se roba cualquier ganancia competitiva de corto plazo. Es exactamente lo que sucedió en Cuba”, escribió Hanke. Aunque, agregó, alguien en Cuba no vive tan miserablemente si es favorecido por el partido comunista, el único de la isla.
Libiana felicidad
Más sorprendente, en el extremo opuesto, es que Libia aparezca como el país más económicamente “feliz” del mundo, siendo que en la edición previa figuraba entre los diez más miserables. La guerra civil en ese país pasó de extremadamente caliente en 2021 a ser de mucha menor intensidad. De resultas, las exportaciones de crudo, que en 2020 habían sido casi nulas debido a bloqueos y el cierre de puertos, crecieron, junto a los ingresos por ese concepto, un fenomenal 270% y motorizaron un aumento del 62,6% del PBI por habitante en un solo año, acompañados por una notable reducción de la inflación y las tasas de interés. Segundo y tercero en el ranking de “felicidad” económica aparecen Malta e Irlanda. La isla registra la tasas de inflación más baja de Europa (0,7%), acompañada por bajas tasas de interés y desempleo y un sólido crecimiento del PBI por habitante (5,3%). En tanto en Irlanda, la principal fuerza para subirse al podio (invertido) del ranking de miseria económica fue una fortísima tasa de crecimiento del PBI por habitante, de nada menos que 14 por ciento.

-Qué Libia aparezca como el país económicamente más “feliz” después de haber estado un año antes entre los más económicamente “miserables” y que Cuba, que en la edición anterior era el menos miserable de América Latina, aparezca ahora como el más miserable del mundo, ¿no cuestiona la calidad del índice?, le consulto el portal de noticias Infobae a Hanke.
“No. Los números son los números”, respondió escuetamente el economista.