El Gobierno ha implementado una nueva normativa mediante el Decreto 1024/2024, publicado en el Boletín Oficial, que permite a los kioscos comercializar ciertos medicamentos, una práctica que anteriormente solo estaba autorizada en farmacias. Esta medida establece una distinción clara entre los tipos de productos que se pueden vender, así como las condiciones bajo las cuales deben hacerlo.
Los medicamentos que requieren receta médica seguirán siendo exclusivos de las farmacias habilitadas y deberán ser despachados bajo la supervisión de un farmacéutico responsable, ya sea el Director Técnico o un farmacéutico auxiliar. Además, la norma contempla que estos medicamentos puedan ser entregados al paciente a través de canales electrónicos autorizados, asegurando que el proceso sea seguro y cumpla con los requisitos establecidos por las autoridades sanitarias. En cuanto a los medicamentos de venta libre, como antiácidos y analgésicos, podrán ser exhibidos y vendidos en farmacias, pero siempre que se mantengan en envases cerrados y con su prospecto. La venta estará restringida a personas mayores de 18 años, quienes deberán presentar su Documento Nacional de Identidad (DNI) para validarlo.
En establecimientos que no sean farmacias, como los kioscos, la venta de medicamentos estará limitada a analgésicos y antiácidos, aunque la autoridad competente tiene la posibilidad de ampliar esta lista en el futuro. La finalidad de esta medida es mejorar las condiciones de comercialización de medicamentos y garantizar la seguridad de los consumidores, asegurando que los productos mantengan sus propiedades y sean accesibles de forma transparente.
En otro contexto, el aumento de los precios de los medicamentos se ha convertido en un tema de preocupación. Durante el mandato de Javier Milei, los medicamentos más consumidos por los jubilados experimentaron un incremento interanual de un 206,7%. Según un informe del Centro de Economía Política (CEPA), se registraron aumentos mensuales significativos en los precios de estos medicamentos, como una suba del 25,7% en noviembre y un 40,9% en diciembre, con una tendencia de incrementos continuos a lo largo del año. Entre los medicamentos que más aumentaron se encuentran el TRASTOCIR y el OPTAMOX DUO, con incrementos de hasta 292% y 282%, respectivamente.
Este panorama ha generado un impacto en los jubilados, quienes han visto que los precios de los medicamentos con cobertura de PAMI también han subido considerablemente, superando incluso el aumento registrado por la canasta de medicamentos de venta pública. A su vez, en agosto de 2024, el PAMI redujo 44 moléculas farmacológicas que estaban cubiertas al 100%, lo que ha generado un ahorro menor para los jubilados y un incremento en los costos de vida al tener que adquirir medicamentos fuera de la cobertura del organismo.
El informe también destaca que el ajuste en los precios de los medicamentos fuera de la canasta de PAMI ha sido significativo. Entre agosto y octubre de 2024, productos como Lanzopral, Dermaglos y Acimed vieron incrementos de hasta 71,7%, 70,8% y 66,7%, respectivamente, lo que ha afectado notablemente el bolsillo de los afiliados del PAMI. La reducción de medicamentos en la canasta del PAMI representa un desafío importante para los jubilados, quienes ahora deben enfrentar un mayor gasto en medicamentos debido a la falta de cobertura en ciertos productos esenciales.