La inflación de noviembre se ubicó en un 2,4% según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) informado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este registro representa el nivel más bajo desde julio de 2020. En términos interanuales, la inflación alcanzó un 166%, mientras que la acumulada en los primeros once meses de 2024 ascendió al 112%.
El Gobierno había depositado expectativas en que la inflación del penúltimo mes del año estuviera por debajo del 3%, una meta en línea con el 2,7% registrado en octubre, que ya había sido el dato más bajo desde noviembre de 2021. Finalmente, el resultado oficial superó las previsiones de consultoras privadas, que anticipaban un índice más cercano al 3%.
Este dato reviste importancia en el contexto del plan económico del presidente Javier Milei, especialmente en lo relacionado con la salida del cepo cambiario. Milei planteó que si la inflación se mantiene alrededor del 2,5% durante tres meses consecutivos, se reducirá la tasa de devaluación controlada (crawling peg) al 1%, con el objetivo de reducir progresivamente el aumento de precios hasta llegar a la estabilidad y luego liberar el mercado cambiario.
El presidente se mostró optimista antes de conocerse el informe, señalando que el país está cada vez más cerca de superar la inflación como un problema estructural. En un discurso televisado en cadena nacional para conmemorar el primer aniversario de su gestión, destacó los avances en la reducción del déficit fiscal, al que calificó como «el huevo de la serpiente de todos nuestros males». Milei recordó que al inicio de su mandato el déficit consolidado era del 15%, compuesto por un 5% del Tesoro Nacional y un 10% encubierto en el Banco Central, situación que, según él, era la raíz de la deuda, la emisión monetaria y la inflación.
A pesar de los resultados optimistas del INDEC, algunas consultoras habían proyectado un panorama distinto para noviembre. Por ejemplo, Equilibria estimó una inflación del 2,6%, señalando un incremento en alimentos y precios regulados, aunque destacó una desaceleración en otros rubros. Eco Go había pronosticado un aumento cercano al 3,2%, atribuido a subas en combustibles (2,8%), tarifas de servicios básicos como electricidad y gas (2,5% y 2,7%, respectivamente), prepagas (5%) y colegios privados (4,5% en la Ciudad de Buenos Aires y 3,6% en la Provincia). Libertad y Progreso anticipó un 2,9%, mientras que Analytica situó su estimación en el 2,7%.
Por otro lado, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires, que habitualmente supera el promedio nacional, se mantuvo en el 3,2%, igualando el porcentaje de octubre. Según el Instituto de Estadística y Censos porteño, la inflación acumulada en los primeros 11 meses del año fue del 129,1%, con una variación interanual del 177,4%. Este contraste entre las cifras nacionales y las locales subraya las diferencias en la dinámica de precios dependiendo de la región y los sectores económicos.
El dato de noviembre no solo refuerza la estrategia del Gobierno, sino que también sirve como referencia para evaluar la efectividad del plan económico en un contexto de incertidumbre y diversos desafíos estructurales.