El Ministerio de Economía ha anunciado un nuevo régimen económico que no logra generar confianza y, en cambio, está sembrando más incertidumbre en un mercado que está ajustando sus expectativas. Por segundo día consecutivo, los bonos soberanos denominados en dólares están experimentando caídas significativas, mientras que el riesgo país ha superado los 1.600 puntos. Simultáneamente, el índice S&P Merval ha sufrido una pérdida cercana al 2%, reflejando el ambiente negativo en las acciones locales.
Los bonos en dólares han registrado pérdidas de hasta un 4%, contribuyendo al incremento del riesgo país que ahora se sitúa en su nivel más alto en cuatro meses, alcanzando los 1.618 puntos básicos. Los inversores muestran preocupación por la capacidad del Gobierno para continuar acumulando reservas en dólares y cumplir con sus compromisos financieros pendientes, especialmente después de un nuevo desembolso de $650 millones hacia el FMI, lo que afectará las reservas totales.
Las señales negativas en el mercado se han amplificado con la advertencia de Moody’s sobre la transferencia de pasivos remunerados del Banco Central al Tesoro Nacional, lo cual podría exponer a los bancos a mayores riesgos de liquidez y a una mayor dependencia de la deuda pública. Esta evaluación ha contribuido a un clima desfavorable para los activos argentinos.
Analistas económicos, como los de un banco privado extranjero, señalan que la implementación apresurada de las medidas monetarias por parte del Gobierno, en lugar de ser lideradas por el Banco Central, ha generado desconfianza en los mercados. La prioridad debería ser reducir la brecha cambiaria que está impactando en los precios al consumidor, lo cual podría afectar el respaldo político del presidente Milei.
La falta de avances en la acumulación de reservas por parte del Banco Central está exacerbando la preocupación entre los inversores de bonos, contribuyendo a su caída, mientras que el aumento del riesgo país es una consecuencia natural de estos desarrollos. La reticencia a liberar los controles cambiarios está contribuyendo a una contracción económica, lo cual está afectando negativamente a las acciones en el mercado bursátil.
En resumen, los mercados financieros argentinos están enfrentando una situación delicada marcada por la depreciación de los bonos soberanos, la caída en el índice S&P Merval y una creciente incertidumbre sobre el manejo económico del país en el futuro cercano.