Un sector del Partido Demócrata en Estados Unidos salió a cuestionar de manera directa la ayuda financiera que la administración de Donald Trump decidió impulsar hacia la Argentina, tras la visita oficial que Javier Milei realizó recientemente a ese país. En una nota formal, que fue suscripta por figuras de alto perfil dentro del Congreso como Elizabeth Warren y Bernie Sanders, los legisladores opositores expresaron su rechazo al envío de recursos por un monto estimado en u$s20.000 millones, bajo el argumento de que esa medida generaría consecuencias negativas para los productores rurales de Estados Unidos. En su misiva, fueron enfáticos: «Le pedimos a usted y a su administración que detengan de inmediato cualquier plan de brindar asistencia financiera a la Argentina».

Senadora Elizabeth Warren es una de las firmantes de la carta dirgida a Trump.
Los congresistas no solo cuestionaron el volumen de la ayuda, sino también la motivación detrás de esa decisión, que a su entender responde más a intereses políticos que económicos. Por ese motivo, reclamaron al Ejecutivo republicano que priorice a los propios ciudadanos norteamericanos antes que destinar fondos públicos a un aliado extranjero: «En lugar de subsidiar a un país extranjero para influir en las elecciones de mitad de mandato en nombre de su amigo, deberían priorizar la reducción de los costos para las familias estadounidenses».
En el documento, los legisladores también se refirieron directamente al vínculo entre los dos presidentes. Describieron a Milei como «uno de los amigos personales y aliados ideológicos más cercanos» de Trump, y remarcaron con preocupación que la asistencia financiera avanza «tan solo días después de que el país tomara medidas para perjudicar a los agricultores estadounidenses», en clara alusión a la suspensión de retenciones aplicada sobre la soja por parte del gobierno argentino.
El planteo de los demócratas incluyó, además, una crítica a la manera en que se utilizan los recursos fiscales de Estados Unidos. Tal como expresaron en su carta: «No está claro por qué decide usar el dinero de los contribuyentes para apoyar la campaña de reelección de un presidente extranjero mientras éste toma medidas para perjudicar a los agricultores estadounidenses».
Mientras tanto, en el plano económico, se conocieron detalles del acuerdo de asistencia. El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, confirmó la existencia de una negociación para establecer un swap de monedas con la Argentina por u$s20.000 millones, en el marco de la crisis cambiaria que atravesó el país sudamericano en los últimos días y que obligó al Banco Central a intervenir con fuerza para frenar la escalada del dólar.
El propio funcionario dio a conocer la información a través de su cuenta de X tras el encuentro entre Trump y Milei en Nueva York. Allí subrayó que Washington se encuentra «en estrecha coordinación con el Gobierno para evitar una volatilidad excesiva» y que «estamos listos para hacer lo necesario para apoyar al pueblo argentino».
Bessent fue más allá y explicó que Estados Unidos «está listo para comprar bonos argentinos en dólares», en la medida en que lo requieran las condiciones del mercado, y además anticipó que «estamos preparados para otorgar un importante crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización Cambiaria».
En ese mismo comunicado, añadió que había mantenido conversaciones con «numerosas empresas estadounidenses que planean realizar importantes inversiones extranjeras directas en Argentina en múltiples sectores en caso de un resultado electoral positivo». Y concluyó adelantando que, «inmediatamente» después de las elecciones, «comenzaremos a trabajar con el gobierno argentino en el pago de sus principales deudas».