Mercado Libre, considerada la empresa más grande de Argentina en términos de valor de sus acciones en Wall Street, ha alcanzado un dominio regional sin precedentes, superando incluso a industrias tradicionales como petroleras y bancos. La compañía, que tiene su sede corporativa en Buenos Aires pero su domicilio fiscal en Montevideo, sigue consolidándose como el principal unicornio de internet de la región. Esta semana, en su sede de Saavedra, la empresa celebró sus impresionantes logros con motivo de la presentación de su balance financiero, el mejor de sus 25 años de existencia.
En 2024, Mercado Libre reportó ingresos totales de USD 21.000 millones, de los cuales su división fintech, Mercado Pago, generó USD 8.600 millones. Este desempeño resultó en un aumento de hasta un 13% en el valor de sus acciones, alcanzando un precio histórico superior a los USD 2.400 por acción. A raíz de este auge, el valor de mercado de la empresa escaló a más de USD 114.000 millones, una cifra que supera a la suma de otras grandes compañías argentinas que cotizan en Wall Street.
Sin embargo, el balance de Mercado Libre también revela un aspecto que genera controversia. En los últimos tres años, la empresa se benefició de exenciones fiscales por parte del Estado argentino por un total cercano a los USD 250 millones. Según el formulario 10-K presentado ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), Mercado Libre explicó que esta ayuda proviene del «Régimen de promoción de la economía basada en el conocimiento en Argentina», establecido en la Ley N° 27.506 y complementado por el Decreto N° 1034/2020. Esta normativa, firmada por el entonces ministro Matías Kulfas, es una actualización de la Ley del Software impulsada por Néstor Kirchner en 2004.
Bajo este régimen, las empresas como Mercado Libre que cumplen ciertos criterios pueden acceder a beneficios como una reducción en el impuesto sobre la renta, estabilidad de los beneficios fiscales y créditos fiscales sobre las contribuciones a la seguridad social de los empleados. En su balance, la empresa detalla que, durante los últimos tres años, ha recibido un beneficio impositivo y de seguridad social que asciende a USD 247 millones.
A pesar de que la ley permite estos beneficios, algunos competidores de Mercado Libre sugieren que la empresa podría renunciar a ellos o destinarlos a otras iniciativas. En particular, se señala que Marcos Galperin, el fundador y CEO de Mercado Libre, quien es un firme crítico del «estatismo» y apoya al presidente Javier Milei, podría optar por donar estos subsidios o emplearlos de manera más responsable. Desde el sector financiero, se cuestiona la justificación de tales exenciones para una empresa que ya ostenta una gran fortuna, argumentando que la ley fue diseñada específicamente para beneficiar a Mercado Libre durante el gobierno anterior.
El debate también gira en torno al contraste entre la millonaria ayuda recibida por Mercado Libre y el trato que reciben otras grandes fintechs, que no gozan de los mismos beneficios fiscales. Algunos sectores bancarios ironizan sobre cómo el régimen de promoción de la Ley del Conocimiento, en su opinión, tiene «vicios» similares a los de otros regímenes promocionales, y critican que una empresa tan exitosa como Mercado Libre siga recibiendo subsidios sustanciales.
A pesar de las críticas, la compañía no ha respondido directamente a las consultas sobre estos beneficios, pero ha resaltado que, en 2024, anunció la creación de 1.800 nuevos empleos. Por su parte, Galperin, quien es considerado el hombre más rico de Argentina con una fortuna cercana a los USD 9.000 millones, vive en Uruguay desde 2019, tras haber estado en el país durante los períodos presidenciales de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Este escenario pone en evidencia una contradicción que muchos observadores señalan: por un lado, Mercado Libre se beneficia de políticas que promueven el desarrollo del conocimiento y la innovación, mientras que, por otro, la empresa parece estar tomando distancia de la estructura estatal y sus subsidios, dado el perfil empresarial de Galperin y su postura política.
