El Gobierno encabezado por Javier Milei confirmó este miércoles que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene previsto dar luz verde al acuerdo con la Argentina durante una reunión del directorio programada para este viernes. De concretarse, el pacto contemplaría una línea de crédito por un total de 20.000 millones de dólares, enmarcada dentro de un nuevo programa de Facilidades Extendidas. Esta iniciativa incluiría un primer desembolso que podría representar alrededor del 40% del monto total, es decir, al menos 8.000 millones de dólares.
Durante una entrevista concedida a la radio El Observador, el vocero presidencial, Manuel Adorni, remarcó la importancia de este paso para el Gobierno. “Todo lo que se tenía que decir ya se dijo, para nosotros es sumamente relevante que el FMI esté en vías de aprobar el acuerdo, que se va a terminar de aprobar el viernes, porque no es ni más ni menos que un convencimiento de que lo que estamos haciendo está bien”, afirmó. A su vez, subrayó que el entendimiento con el organismo internacional implica una transformación significativa para la situación económica del país, asegurando que “va a llevar a la Argentina a otro nivel”.
Adorni también se refirió a los antecedentes negativos del país con respecto a los vínculos con el Fondo, y señaló que la actual administración busca revertir esa historia. “Vamos a cortar con esta racha de decena de acuerdos fallidos que históricamente hemos incumplido y que siempre han sido, más allá de la ironía de la expresidenta (Cristina Kirchner), una rueda de auxilio del Fondo», comentó.
Además, el funcionario sostuvo que el enfoque de esta ocasión es radicalmente distinto al de otras épocas: “Esta vez, por primera vez, no va a ser una rueda de auxilio, sino que va a acompañar un programa que efectivamente tiene una columna vertebral muy clara: el superávit y la estabilización macroeconómica, y una Argentina que empieza a crecer genuinamente, que empieza a terminar con la inflación. Va a ser diferente a los fracasos que venimos viendo en las últimas décadas”, concluyó.
A pesar del entusiasmo oficial, en el ámbito financiero persiste una incógnita importante: ¿qué condiciones específicas impondrá el FMI para concretar los desembolsos? Esta “letra chica” del acuerdo aún no se conoce públicamente, aunque sí se ha comunicado que el convenio está comprendido dentro de un programa de Facilidades Extendidas a 48 meses, que totaliza 20.000 millones de dólares, equivalentes a 15.267 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), o lo que representa el 479% de la cuota correspondiente a Argentina dentro del organismo multilateral. El esquema prevé un plazo de amortización de 10 años, con un período de gracia de cuatro años y medio. El directorio del Fondo evaluará esta propuesta el viernes, y se espera que, si es aprobada, el primer desembolso ronde los 8.000 millones de dólares, aunque ciertos analistas estiman que podría alcanzar los 12.000 millones.
En este contexto, también se reaviva el debate sobre el formato en el que llegarán los fondos. Los Derechos Especiales de Giro (DEG) no constituyen una moneda en sí misma, sino un activo de reserva internacional cuyo valor está determinado por una combinación de cinco divisas: el dólar estadounidense, el euro, el yuan chino (renminbi), el yen japonés y la libra esterlina. Los países miembros pueden mantenerlos como parte de sus reservas o bien venderlos mediante acuerdos voluntarios o dentro de un régimen obligatorio que involucra a naciones con posiciones financieras más sólidas, que actúan como contrapartes en estas transacciones.
Una de las cuestiones más relevantes gira en torno a si el FMI girará los fondos en dólares o en DEGs. Según un análisis reciente de Portfolio Personal Inversiones (PPI), este aspecto será decisivo para determinar la liquidez efectiva que obtendrá el Banco Central, y por ende, su capacidad operativa. El mismo informe indica que las reservas líquidas del BCRA se estiman actualmente en 7.480 millones de dólares, al 4 de abril.
Este tipo de decisiones no son inéditas: en el acuerdo Stand By firmado durante el mandato de Mauricio Macri en 2018, el 92% de los recursos se desembolsaron en dólares, mientras que el 8% restante fue en DEGs. En contraste, bajo el programa de Facilidades Extendidas suscrito por el gobierno de Alberto Fernández en 2022, la totalidad de los fondos fueron entregados en DEGs.
