El presidente Javier Milei se reunió con Kristalina Georgieva, la directora del FMI, durante la cumbre del G7, luego de que el organismo aprobara un desembolso de 800 millones de dólares y solicitara a Argentina implementar reformas en la política cambiaria y monetaria.
Al iniciar la reunión, Milei expresó su agrado por las interacciones con Georgieva, destacando su transparencia: «Siempre me encantan las reuniones con usted porque es hipertransparente y creo que conectamos desde la transparencia”. Georgieva respondió afirmando que también sienten una conexión por su amor compartido por la economía.
Durante el encuentro, Milei aprovechó para compartir una anécdota sobre una cena reciente con un profesor, en la que disfrutaron hablando de economía, subrayando que a los liberales les apasiona este tema.
Tras la reunión, Georgieva publicó en redes sociales: «Muy buena reunión con el presidente Milei. Seguimos comprometidos a seguir apoyando los esfuerzos de su administración para restaurar de manera duradera la estabilidad y crear una economía más próspera, estable y orientada al mercado».
Desde la presidencia argentina, calificaron la reunión como “exitosa” y destacaron que Georgieva elogió las reformas y medidas de desregulación que está implementando el gobierno. Además, según fuentes oficiales, la directora del FMI resaltó la “reducción del déficit fiscal” y consideró un “logro” que Argentina haya logrado un “superávit fiscal en el mes de mayo”.
La reunión también contó con la presencia de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el embajador argentino en Estados Unidos, Gerardo Werthein. Más tarde, Milei mantuvo reuniones con Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, y Emmanuel Macron, presidente de Francia.
De esta manera, Milei debutó en la cumbre del G7, participando en una sesión dedicada a la Inteligencia Artificial y Energía, en la que también intervino el papa Francisco, siendo el primer Pontífice en participar en este foro internacional. El G7 está compuesto por Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, cuyo gobierno, liderado por Giorgia Meloni, fue quien extendió la invitación al presidente argentino.