Ante la creciente incertidumbre cambiaria y la posibilidad de una devaluación posterior a las elecciones, respaldada por diversos informes elaborados por entidades bancarias privadas, las empresas comenzaron a modificar sus decisiones financieras, inclinándose con mayor frecuencia hacia créditos en pesos, a pesar de que la demanda por financiamiento en dólares se ha mantenido estable.
Así lo refleja un reciente informe de First Capital Group, basado en estadísticas del Banco Central de la República Argentina, que pone en evidencia un incremento significativo en los préstamos comerciales en moneda local. Según el relevamiento, el volumen total de créditos en pesos otorgados al sector privado mostró un aumento del 88,2% en términos reales en comparación con junio del año anterior.
En cifras nominales, el monto total de préstamos en pesos alcanzó los $76,1 billones, lo que representa un crecimiento mensual del 5,1% y un alza interanual del 163,5%. Al descontar el efecto de la inflación —estimada en un 2% para junio y en un 40% para el período interanual, según especialistas—, el crecimiento real mensual fue del 3,1%.
El socio de la consultora, Guillermo Barbero, destacó que este comportamiento consolida una tendencia de crecimiento sostenido en el financiamiento en pesos, que se ha mantenido a un ritmo promedio de $4 billones mensuales durante el último año, en términos reales.
Auge de los préstamos personales
En este contexto, el informe también señala un fuerte crecimiento en los préstamos personales, aunque con señales de desaceleración. Esta línea crediticia registró un aumento nominal del 3,8% mensual, con un saldo acumulado de $16,3 billones, lo que implica un avance interanual del 302,1%.
Sin embargo, ajustado por inflación, el incremento real fue del 1,8% mensual y del 187,2% interanual. Según Barbero, este enfriamiento podría estar vinculado al reciente cobro del aguinaldo, lo que habría reducido la necesidad de financiamiento entre los trabajadores formales durante ese mes.
Reaparece la demanda empresarial por financiamiento en pesos
En lo que respecta a los préstamos comerciales —aquellos destinados a actividades empresariales—, se observó un incremento nominal del 7,1% en junio, alcanzando un saldo total de $26,7 billones, lo que representa una suba interanual del 113,8% en valores corrientes.
En términos reales, el crecimiento fue del 5% mensual y del 52,7% interanual. La consultora señala que esta línea volvió a liderar el dinamismo del crédito en pesos, luego de un período en el que las compañías habían optado mayoritariamente por operaciones en moneda extranjera. Este cambio de tendencia se explica, en gran parte, por los crecientes rumores sobre un posible salto del tipo de cambio oficial tras las elecciones, lo que lleva a las empresas a protegerse frente a eventuales riesgos devaluatorios.
Tarjetas de crédito y créditos prendarios e hipotecarios
Las operaciones con tarjetas de crédito, por su parte, también mostraron una variación positiva en términos nominales, aunque más moderada: el aumento fue del 1,1% mensual, con un stock total de $19,5 billones. En la comparación interanual nominal, el incremento fue del 129,8%, mientras que en términos reales se registró una caída del 0,9% mensual y una suba del 64,1% interanual.
En lo que respecta a los préstamos prendarios —vinculados a la compra de automotores—, el stock alcanzó los $4,9 billones, con un crecimiento real del 3,6% mensual y del 147,9% interanual. Por su parte, los hipotecarios reflejaron una recuperación destacada, con un incremento real del 10,7% mensual y un aumento del 336,9% en el último año, alcanzando un stock de $3,8 billones.
Créditos en dólares: estabilidad y concentración empresarial
Respecto al financiamiento en moneda extranjera, los datos muestran un incremento del 3,2% mensual, alcanzando un saldo total de u$s16.234 millones. En comparación con junio de 2024, el crecimiento real fue del 152,2%. A pesar de los temores por una posible devaluación, los créditos en dólares se mantuvieron estables, aunque con mayor cautela por parte de los tomadores.
Cabe destacar que el 76,4% de esta deuda está compuesta por préstamos comerciales, los cuales subieron un 2,6% mensual y un 164,3% interanual. Esta concentración refleja que, pese a los riesgos cambiarios, muchas empresas siguen operando y financiándose en dólares, especialmente aquellas con ingresos en esa moneda o necesidades vinculadas a importaciones.
