El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), reconocido por su análisis de indicadores socioeconómicos a lo largo de los años, publicó un informe revelando un significativo aumento en los niveles de pobreza. Según este estudio, la pobreza subió del 44,7% en el tercer trimestre de 2023 al 55,5% en el primer trimestre de este año. De igual manera, la indigencia, que en el mismo periodo pasó del 9,6% al 17,5%, alcanzó niveles preocupantes.
El informe precisa que la pobreza, definida por el valor de la canasta básica alimentaria, afecta a 24,9 millones de personas en zonas urbanas del país, de las cuales aproximadamente 7,8 millones se encuentran en extrema pobreza o indigencia.
La investigación también señala que la inseguridad alimentaria en áreas urbanas llega al 24,7% de la población, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes. Dentro de este grupo, el 10,9% de las personas, el 8,8% de los hogares y el 13,9% de los niños, niñas y adolescentes enfrentan inseguridad alimentaria severa.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), los niveles de inseguridad alimentaria total son aún más altos, afectando al 26,4% de la población, al 21,8% de los hogares y al 35% de los niños, niñas y adolescentes. La inseguridad alimentaria severa en esta región impacta al 9,9% de las personas, al 12,7% de los hogares y al 16,5% de los niños y adolescentes.
El informe advierte que, ante estos alarmantes niveles de privación alimentaria, el Estado ha implementado diversas acciones para mitigar el impacto. Por ejemplo, el 42,6% de los niños y adolescentes viven en hogares que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, el 50% asiste a comedores escolares, el 36,7% recibe alimentos de comedores comunitarios y el 11,1% recibe cajas o bolsones de alimentos de comedores no escolares, con muchos hogares beneficiándose de múltiples programas.
En cuanto a la educación, el informe destaca que el 23% de los niños de entre 3 y 5 años no asiste a instituciones educativas formales, el 0,4% de los niños de 6 a 12 años no asiste a la escuela primaria, el 9,1% asiste con sobreedad a la primaria y el 35,3% de los jóvenes de 18 a 29 años no ha completado la secundaria. Estos datos son preocupantes a pesar de que el sistema de educación pública cubre al 80,7% de los alumnos menores de 18 años, con un 12,6% asistiendo a escuelas privadas laicas y un 6,8% a establecimientos religiosos.
El análisis del mercado laboral revela que el 32,5% de los trabajadores ocupados residen en hogares en situación de pobreza, el 30,9% trabaja en la economía social, y entre la población económicamente activa, el 26,5% tiene un empleo precario y el 24,3% un subempleo inestable.
Por otro lado, el informe menciona una mejora en los índices de mortalidad infantil entre 2005 y 2022, aunque esta mejora varía significativamente entre provincias. La tasa de mortalidad infantil ha mostrado un descenso general, pero los niveles altos de mortalidad infantil suelen estar correlacionados con altos niveles de indigencia monetaria en distintas provincias.
Este panorama general presentado por el ODSA-UCA subraya la urgente necesidad de abordar las desigualdades socioeconómicas y mejorar las condiciones de vida en Argentina.
