La edición 2025 del programa Gran Hermano, emitida por Telefe, ha vuelto a generar un intenso debate en el ámbito público tras la viralización de un mensaje en redes sociales que expuso un caso de violencia simbólica hacia una de las participantes. En el centro de la polémica se encuentra Andrea Lázaro, concursante del reality, quien publicó en su cuenta personal de la red X (antes conocida como Twitter) un comentario ofensivo dirigido a su compañera Luciana Martínez, quien es una mujer trans. Diversas voces, tanto de especialistas en diversidad como de usuarios de la red social, calificaron el contenido del mensaje como transfóbico.
El tuit en cuestión fue el detonante de una ola de críticas y repudios. En su publicación, Andrea escribió: “Esta muda me tuvo afuera 3 meses y no tuvo los ovarios; cierto que no tiene ovarios, los huevos de decirme en la cara lo que pensaba de mí, quería cámara la Cris Miró de La Salada”. Con estas palabras, hacía referencia explícita y burlona a Luciana Martínez, oriunda de Pico Truncado, Santa Cruz, y reconocida como la primera mujer trans en ingresar a la casa de Gran Hermano en esta nueva etapa bajo la conducción de Santiago del Moro.

Usuarios de redes sociales calificaron los dichos de Andrea Lázaro como violencia de género y exigen a la producción de Gran Hermano tomar medidas inmediatas
Pero las declaraciones no se limitaron a un solo tuit. Andrea continuó con sus ataques en otros posteos, donde además utilizó el nombre de nacimiento de Luciana —Jorge Barrionuevo— para seguir con sus comentarios despectivos, afirmando: “Logré que Barrionuevo por fin tenga un clip”, en tono claramente irónico. Cabe destacar que Luciana había expresado públicamente durante su estadía en el programa que nunca se había sentido identificada con ese nombre y que su participación en el reality le había permitido exteriorizar su verdadera identidad por primera vez ante su familia y el público.

Luciana Martínez, la primera participante trans en Gran Hermano, enfrentó burlas y ataques transfóbicos durante el programa y fuera de él
Lejos de detenerse, Andrea multiplicó sus intervenciones en redes con un tono cada vez más provocador. A través de distintos tuits, se burló de los cuestionamientos que recibía, profundizando la discriminación contra Luciana. En una de sus publicaciones llegó a escribir: “Pero tengo vagina. Jajaja. Digan lo que digan y para desgracia de muchos. Ella no puede decir lo mismo”. En otro mensaje, desacreditó las críticas con sarcasmo: “¿Qué vas a denunciar? ¿Que Luciana no tiene ovarios? Jajajaja. ¡Me muero!”.
Los comentarios ofensivos comenzaron a replicarse masivamente. Numerosas cuentas compartieron las publicaciones y se posicionaron en defensa de Luciana. Se subrayó que las expresiones de Andrea podían ser interpretadas como una forma de violencia de género y discriminación amparada en normativas vigentes en Argentina, como la Ley de Identidad de Género y la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Las agresiones verbales contra Luciana Martínez y la falta de retractación de Andrea Lázaro despiertan cuestionamientos sobre el manejo ético del reality show
Luciana Martínez, de 32 años, vivió la experiencia de Gran Hermano como una oportunidad para visibilizar su identidad. Durante el programa reveló que durante más de una década había vivido en la clandestinidad, ocultando su proceso de transición incluso a sus familiares, quienes se enteraron de su realidad a través de su participación en el reality. Este acto fue considerado por distintas organizaciones sociales como un gesto de gran coraje, aunque también la dejó expuesta a múltiples formas de violencia simbólica y verbal.
Desde su ingreso a la casa, Luciana fue objeto de burlas, bromas y cuestionamientos por parte de otros participantes. En las primeras semanas del programa, enfrentó comentarios hirientes de jugadoras como Delfina De Lellis y Chiara Mancuso, así como expresiones incómodas de Giuliano Vaschetto, quien manifestó no sentirse cómodo conviviendo con ella. No obstante, a diferencia de esos casos, que ocurrieron dentro del encierro del reality, las expresiones de Andrea trascendieron los límites del programa, ya que ella misma las difundió públicamente a través de su cuenta personal, amplificando su impacto.

Las redes sociales se inundaron con el hashtag #GranHermano, donde miles de usuarios exigieron la expulsión definitiva de Andrea Lázaro de Telefe por sus comentarios
Este hecho abrió un debate social y mediático sobre las responsabilidades del programa y de la producción frente a discursos discriminatorios emitidos por participantes. Muchos comenzaron a cuestionar si el programa debía sancionar a Andrea de alguna forma, o incluso si el daño simbólico causado podía revertirse, dado el alcance de los comentarios.
Por su parte, Andrea no mostró arrepentimiento en sus intervenciones. En una de sus respuestas dentro de la red social, incluso mencionó un enfrentamiento televisado que mantuvo con Luz, amiga y aliada de Luciana dentro del juego, y confesó haber llorado en esa ocasión. Sin embargo, minimizó el episodio diciendo que la emoción surgió de la frustración por no haber dicho «mucho más» de lo que quería.
Mientras tanto, en las redes sociales, la etiqueta #GranHermano se convirtió en tendencia. Miles de personas expresaron su descontento, muchas de ellas exigiendo una reacción inmediata de Telefe y la producción del programa. Algunos usuarios apuntaron que permitir que una participante utilice su exposición pública para agredir a otra por su identidad de género constituía una forma de violencia institucional que debía ser abordada con seriedad.
Finalmente, la cuenta de Andrea Lázaro en X fue dada de baja. No está claro si la decisión fue tomada por la propia usuaria ante la presión y el rechazo generalizado, o si se trató de una medida tomada por la red social como sanción por violar sus políticas de uso. En cualquier caso, el episodio dejó en evidencia la urgencia de seguir discutiendo y visibilizando la violencia que enfrentan las personas trans en los medios de comunicación y espacios de entretenimiento masivo.
