Todo comenzó en el 2005, cuando las actrices trabajaron juntas en el teatro. Una vez terminada la temporada, se supo que Florez -quien recién daba sus primeros pasos en la industria- no la pasó para nada bien ya que se convirtió en el centro de todas las burlas y “maldades” de sus colegas. El conflicto se extendió durante un tiempo pero, lentamente, el tema dejó de tratarse en los medios. Las asperezas volvieron a hacerse evidente cuando la protagonista de Fátima Superstar dijo en una entrevista que no sabía en qué obra está actualmente Vives.
Enojada, Fernanda respondió: “Me llamó la atención porque estuvimos nominados en la misma terna. Y habla de poca humildad no saber quiénes son tus compañeros de terna. Uno cuando está nominado quiere saber quiénes son, con quién está ternado. La falta de humildad es muy grave. Yo creo que las personas tienen que ser buenas personas, humildes y que la gente reconozca lo que vos hacés arriba del escenario”.
Lejos de terminar ahí, desde Intrusos (América), se comunicaron con Florez para saber qué tenía que decir al respecto. La humorista, sin pelos en la lengua, no reparó en enlistar el calvario que vivió mientras trabajaba con Vives y con Anderson. “A mí me han hecho cosas muy serias, que yo no conté. Me hicieron cosas muy feas. Me han hecho de todo, maldades feas. Estábamos en una revista y ellas me escondían zapatos, me rompían plumas y brillos de los trajes”, contó, frente a la sorpresa de Flor de la V, conductora del ciclo.
Asimismo, relató como una de ellas -a quien no quiso nombrar para no tener problemas- quiso inculparla de un delito. “Se auto robó unos aros y me quería echar la culpa a mí, pero al final todos se dieron cuenta de lo que estaba haciendo. Los aros aparecieron mágicamente después”, detalló.
“Hoy yo me río, eran otros tiempos, esto pasó hace muchos años donde naturalizábamos ciertas situaciones y pensábamos que por recién arrancar nos teníamos que bancar algunas cosas. Creo que nadie le tiene que faltar el respeto a nadie”, aseveró. Y agregó, en referencia a ciertos comentarios xenofóbicos que recibió: “A mí me cargaban con algo que no es un insulto para mí, pero yo venía de trabajar en Perú y ellas me decían que yo era peruana como si fuera un insulto”.
En un rapto de sinceridad, expresó: “Yo podría haber contado todo esto y tener mis cinco minutos de fama, pero nunca fui por ese lado, las peleas me hacen daño. Yo creo que las dos se potenciaban. A veces me sacaban charla para que yo me distraiga y no llegue a mis escenas en la obra. Ellas eran las dos manzanitas que pudrían todo el cajón. Nunca me pidieron perdón, después se hacen las grandes señoras pero tienen un currículum”.
Para finalizar, se refirió al enojo más reciente de Fernanda Vives y fue tajante: “A una persona que me hizo tanto daño yo no le voy a seguir la carrera”.