Las redes sociales y el mundo de la música recuerdan a «El Noba», Lautaro Coronel, el trapero quien el último martes por la tarde sufrió un violento accidente de tránsito en Florencio Varela y que hoy falleció.
El joven, de 25 años, fue reconocido por ser un músico de la zona sur del conurbano bonaerense. Su apodo lo adoptó por su adicción a los calmantes: es una abreviatura de la frase «no bajo ni con pasta».
El siniestro vial dejó al muchacho gravemente herido y debió ser trasladado a un hospital de mayor complejidad, como consecuencia de las heridas derivadas del golpe. Su estado fue siempre «desesperante», indicaron sus allegados.
Venía de una familia de albañiles, y durante su adolescencia trabajó en obras e hizo deliverys para mantenerse.
Inició el secundario en un colegio privado, pero abandonó la escuela al repetir y, si bien intentó retomar las clases, pronto se enteró que iba a ser padre y sus prioridades se modificaron.
«Estaba terminando el colegio y un día me habló una piba de Solano. Y allá fui, para ratearme. Hoy en día, por esa experiencia, tengo una hija”, explicó en una entrevista con el sitio «El Planteo».
En 2019, con el parate generado por la pandemia, el Noba dejó sus tareas en la albañilería y se volcó a las redes. «Hacía videos chistosos porque soy un personaje muy carismático», se autodefinió en otra nota.
Con los seguidores en alza, apostó a su sueño de ser cantante. Hasta que llegó un mensaje del DJ Alan Gómez, organizador de la fiesta «DeTurreo». Allí, fue convocado como host.
Tiempo después, se juntó con Diamante Ayala, un trapero de Florencio Varela, y de ese encuentro salió su primer bosquejo de “Tamo Chelo”, que concretó gracias a la ayuda de Infinit, el dueño de un auto radio, quien luego se convirtió en una suerte de manager.
El tema se convirtió en un hit y tiene unas 17 millones de reproducciones en Youtube, lo que le sirvió al joven para armar una agenda de shows que superaron sus expectativas. Compartió sello discográfico con L-Gante y Perro Primo, con quienes también hace colaboraciones.
El trapero tenía un coágulo cerebral tras el accidente.