Después de seis días de intensa búsqueda, este domingo por la mañana fue encontrado sin vida Alejandro Fracaroli, el científico oriundo de Córdoba que desde hacía un mes se encontraba en Alemania desarrollando una investigación que se extendería hasta fin de año. Su cuerpo fue hallado en un arroyo dentro de una zona boscosa, en el área de Karlsruhe-Rintheim.
Fracaroli, miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), había llegado a Alemania a fines de agosto para trabajar en nanotecnología en el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT), una institución académica de renombre internacional.
De 44 años, el científico se desempeñaba en el Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), así como en el Instituto de Investigaciones en Físico-Química (INFIQC) de la misma provincia. Según su ficha en el CONICET, su especialidad dentro de las Ciencias Químicas era el desarrollo de nuevos materiales. Entre sus contribuciones, Fracaroli publicó un estudio sobre moléculas que regulan la síntesis de proteínas y funcionan como promotoras inducidas por estrés en plantas, conocimientos que se aplican actualmente en la transformación de plantas de arroz, según reportó el diario La Voz.
Su esposa, Gabriela Furlan, relató que gran parte de la formación de Alejandro se realizó en el exterior, motivado por su interés en las relaciones internacionales y la posibilidad de colaborar con investigadores de distintos países. Durante su carrera, también formó parte del equipo del investigador Omar Yaghi, reciente ganador del Premio Nobel de Química 2025.
En su vida personal, Fracaroli compartía momentos familiares y viajes en sus redes sociales. En Facebook, mostraba fotos junto a su esposa y sus dos hijos, así como reuniones con amigos y familiares; su última publicación data de fines de junio, cuando compartió imágenes en el Cabildo de Córdoba con su hijo. En X, donde su último posteo fue en 2021, difundía actividades y congresos del ámbito científico.
La preocupación por su paradero comenzó el martes de la semana pasada, cuando no se presentó a trabajar y se detectó que su teléfono celular llevaba más de 20 horas apagado. Los colegas de su equipo alertaron a las autoridades alemanas, que inmediatamente iniciaron un operativo de búsqueda. La última comunicación con su entorno cercano había sido el domingo anterior, mediante una videollamada con su esposa, y desde entonces, el 13 de octubre, no se supo nada más de él.
Ante la falta de novedades, su hermano viajó a Alemania para seguir de cerca las tareas de búsqueda. Inicialmente, se inspeccionaron centros de salud, ante la posibilidad de que el científico hubiese sufrido algún accidente. Paralelamente, en Argentina, se difundió la noticia a través de las redes sociales del CONICET, la UNC y las instituciones en las que Fracaroli trabajaba, sumándose a la campaña para dar con su paradero.
Finalmente, el hallazgo del cuerpo se produjo este domingo. Debido a las características del lugar, se presume que el químico sufrió un accidente, posiblemente al caer al arroyo, lo que provocó su ahogamiento. La hipótesis inicial apunta a que se trató de un accidente, aunque las circunstancias exactas que llevaron al hecho aún no se han determinado.