Una tragedia vial sacudió a la comunidad argentina en Brasil cuando un hombre y su hija de siete años perdieron la vida en un accidente de tránsito. El siniestro ocurrió el jueves al mediodía sobre la ruta BR 282, en un tramo comprendido entre las localidades de Catanduvas y Joaçaba, a unos 350 kilómetros de la frontera, en medio de una intensa tormenta que afectaba al estado de Santa Catarina.
Las víctimas, de nacionalidad argentina, regresaban de sus vacaciones en Camboriú a bordo de una camioneta Chevrolet S10. En circunstancias aún bajo investigación, el vehículo impactó de frente contra un camión de mediano porte. Además, en el choque también estuvo involucrado un automóvil brasileño, cuyos ocupantes resultaron ilesos.
Los equipos de emergencia y la Policía Rodoviaria Federal llegaron rápidamente al lugar del accidente. Sin embargo, al revisar la camioneta, constataron que el conductor había fallecido en el acto. En cuanto a la niña, los rescatistas lograron extraerla de entre los restos del vehículo, pero su estado era crítico y perdió la vida minutos después, antes de poder ser trasladada a un hospital.
En el interior de la camioneta también se encontraban otras dos personas que sufrieron heridas de gravedad. Ambas fueron trasladadas de urgencia al Hospital Universitario Santa Teresinha para recibir atención médica. Una de ellas era Claudia Ardnt, esposa del conductor, quien sufrió una fractura en una de sus piernas, múltiples golpes y heridas cortantes. El otro herido, que sería el abuelo de la niña, presentaba signos de hemorragia interna debido a la violencia del impacto.
El hombre que manejaba la camioneta fue identificado como Renzo Fermani, un ingeniero oriundo de San Vicente, Misiones, con una destacada trayectoria profesional.
Por su parte, el conductor del camión Volkswagen, un hombre de 69 años, admitió ante las autoridades que perdió el control de su vehículo debido a la intensa lluvia. Relató que, al ver acercarse la camioneta en el carril opuesto, intentó maniobrar para evitar el choque, pero la colisión fue inevitable.
Este trágico accidente se suma a una serie de siniestros viales ocurridos en Brasil que han cobrado la vida de ciudadanos argentinos en lo que va del año.
El 10 de enero, en Caraguatatuba, un joven ciclista de 23 años, Franco Britos, originario de Misiones, falleció tras ser atropellado por una combi mientras entrenaba con su bicicleta durante sus vacaciones en el Estado de San Pablo.
Al día siguiente, el 11 de enero, Gonzalo Díaz, de 42 años, entrenador de boxeo del Club Racing de Avellaneda, perdió la vida en un choque frontal en la BR 290. Su pareja, Déborah Cabrera Carro, sufrió heridas de gravedad.
El 20 de enero, otro siniestro ocurrió en la BR 280, cuando un exdiputado provincial de la Unión Cívica Radical que regresaba de la playa perdió el control de su vehículo y chocó contra un camión. Como consecuencia del accidente, Brenda Ludmila Espíndola, amiga de la hija del exlegislador, murió en el acto.
Días más tarde, el 25 de enero, un nuevo accidente fatal tuvo lugar en la BR 290, en un tramo entre Sao Gabriel y Pantano. Un Chevrolet Classic que se dirigía hacia Argentina colisionó con un camión, provocando la muerte de un niño de tres años y dejando múltiples heridos graves.
Con estos sucesos, el número de argentinos fallecidos en rutas brasileñas en lo que va de la temporada asciende a seis, generando preocupación entre los viajeros y las autoridades.
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