China y Rusia lideran las objeciones contra Estados Unidos por el ataque a Irán

En el marco de la creciente tensión bélica en Medio Oriente, tras los recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos, las potencias mundiales China y Rusia manifestaron su firme oposición a la ofensiva y emitieron mensajes diplomáticos de fuerte contenido crítico. Ambas naciones no solo expresaron su rechazo a los bombardeos, sino que además solicitaron de manera urgente un cese de hostilidades, especialmente dirigido a Israel, país también implicado en esta escalada.

Desde Beijing, el gobierno de Xi Jinping dejó clara su postura mediante un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores chino. En el texto, se hace un llamado general a la pacificación, aunque con un énfasis particular en la responsabilidad del Estado israelí: «China insta a todos los involucrados, especialmente a Israel, a detener inmediatamente las acciones militares y cesar el fuego cuanto antes». Esta exhortación fue acompañada de una firme crítica a la intervención estadounidense, calificando los ataques a las centrales de Fordow, Natanz e Isfahán como una acción que únicamente «profundiza las tensiones» en una región ya sumamente convulsionada. Además, la cancillería remarcó que los bombardeos representan una amenaza directa a la estabilidad global, en tanto afectan instalaciones clave del desarrollo nuclear iraní, consideradas esenciales por Estados Unidos y su aliado Israel.

En Moscú, la respuesta también fue enérgica. La cancillería rusa emitió un mensaje en el que calificó de “absolutamente irresponsables” los recientes bombardeos realizados por Washington. Desde el Kremlin se denunció que lanzar misiles y bombas sobre el territorio de una nación soberana como Irán, con el pretexto que fuere, constituye una «flagrante violación del derecho internacional». Rusia, que mantiene estrechas relaciones diplomáticas y militares con Irán, criticó la actitud de Occidente, señalando que sus acciones solo contribuyen a erosionar aún más el orden internacional basado en normas.

En contraste, algunas voces del bloque occidental mantuvieron posturas intermedias o de apoyo explícito a la ofensiva estadounidense. El primer ministro británico, Keir Starmer, aunque no celebró directamente los ataques, sostuvo que el objetivo es contener el desarrollo de un posible arsenal nuclear iraní. «No se puede permitir que Irán acceda a un arma nuclear, y las medidas tomadas por Estados Unidos apuntan a evitarlo», escribió Starmer en sus redes sociales. Además, expresó su deseo de que Teherán «vuelva a la mesa de negociaciones», recalcando que la prioridad del Reino Unido es preservar la estabilidad regional.

Una opinión similar fue compartida por el canciller alemán, Friedrich Merz, quien renovó su exhortación al gobierno iraní para que retome el diálogo con las potencias occidentales, en particular con Estados Unidos e Israel, como única vía para una resolución pacífica del conflicto. «Es imprescindible que las partes involucradas opten por la diplomacia», sostuvo.

Por su parte, Francia adoptó un enfoque más prudente, expresando su preocupación por el aumento de la violencia. El ministro de Relaciones Exteriores francés apeló a la «moderación» de todas las partes, señalando que «una escalada mayor podría conducir a una expansión incontrolable del conflicto». Además, desde París se dejó claro que Francia «no tuvo participación alguna en la ejecución ni en la planificación de los bombardeos».

En resumen, mientras las potencias aliadas a Washington justifican los ataques como parte de una estrategia preventiva ante una supuesta amenaza nuclear por parte de Irán, China y Rusia denuncian estas acciones como un acto agresivo que vulnera los principios del derecho internacional y exigen, con urgencia, un alto al fuego. La comunidad internacional observa con creciente alarma la evolución de este conflicto que amenaza con desestabilizar aún más una región históricamente marcada por enfrentamientos, y que ahora involucra directamente a actores globales de gran peso.