El Gobierno acusó a Oscar Laborde de ‘traición a la patria’ por el secuestro de un gendarme en Venezuela

El Gobierno argentino presentó una denuncia formal contra Oscar Laborde, quien fuera embajador de Argentina en Venezuela, acusándolo de «traición a la patria». Las autoridades lo señalan por llevar a cabo acciones que contrarían los esfuerzos diplomáticos del país en la liberación del gendarme Nahuel Gallo, secuestrado en Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro. Según el Ejecutivo, Laborde actuó de manera contraria a los intereses nacionales, interfiriendo en un proceso diplomático que solo corresponde a los representantes oficiales de la Cancillería argentina. Además, el Gobierno sostiene que la conducta de Laborde lo vincula estrechamente con el régimen de Maduro, sugiriendo que sus acciones podrían haber sido una forma de apoyo al mismo.

La denuncia fue impulsada por el Ministerio de Seguridad, que acusa a Laborde de iniciar gestiones internacionales sin la debida autorización. Se le señala por haber contactado a la familia de Gallo en Argentina, con la intención de entregar una carta al gendarme secuestrado, acción que, según el Gobierno, solo buscaba respaldar la narrativa del régimen venezolano. En lugar de actuar como una iniciativa humanitaria, como Laborde la presentó en los medios, el Ejecutivo considera que su intervención violó los principios diplomáticos, presentando a las autoridades venezolanas como justificadas en su actuación, a pesar de la grave acusación de desaparición forzada.

El Gobierno recalca que no solicitó ninguna intervención de Laborde y que su proceder fue completamente unilateral, lo que, según la denuncia, podría haber colaborado con el régimen venezolano al justificar su comportamiento ilegal. En lugar de condenar el accionar de Maduro, Laborde habría tratado de desvirtuar la situación, presentando al gobierno argentino como “fascista” y al régimen venezolano como «humanitario». Esta conducta, según el Ejecutivo, se ajusta al delito de traición a la patria, pues Laborde habría distorsionado la realidad para proteger a los responsables del secuestro de Gallo, invirtiendo los papeles de víctima y victimario.

Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, subrayó la gravedad de las acciones de Laborde, considerándolas como una traición a los intereses nacionales que pone en riesgo la posición de Argentina en el contexto internacional, además de perjudicar el esfuerzo del Gobierno para asegurar la liberación de Gallo. Según el Ministerio, la denuncia tiene como objetivo dejar claro que cualquier acción diplomática para resolver el caso debe estar alineada con la postura oficial del Gobierno argentino y no con iniciativas que busquen dar apoyo al régimen venezolano.

En cuanto a la familia de Nahuel Gallo, tras dos semanas de incomunicación, finalmente lograron enviarle una carta, gracias a las gestiones de Laborde y el dirigente social Juan Grabois ante las autoridades venezolanas. En la carta, la madre del gendarme, Griselda Heredia, le transmitió a su hijo el mensaje de que la familia está haciendo todo lo posible para su liberación y que todos se encuentran bien. La carta fue entregada a Gallo como parte de una «gestión humanitaria» que, según Laborde, no tenía otro fin que el de aliviar la situación del gendarme.

Laborde explicó que su intervención fue exclusivamente una cuestión de apoyo humanitario, subrayando que no hubo más intención que la de ayudar a la familia de Gallo. Sin embargo, el Gobierno argentino considera que su participación no fue adecuada y que solo contribuyó a deslegitimar los esfuerzos oficiales por resolver la situación de manera adecuada.