El Vaticano dio a conocer este viernes las primeras imágenes del acto solemne en el que se selló el féretro del papa Francisco, ceremonia que tuvo lugar en el interior de la Basílica de San Pedro. Este rito marcó el cierre definitivo del acceso público al cuerpo del pontífice fallecido, quien murió el pasado lunes a los 88 años de edad. La ceremonia fue presidida por el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, quien se encargó de guiar el rito con la sobriedad y el respeto propios de esta despedida final.

El féretro utilizado para albergar los restos del Sumo Pontífice fue confeccionado en una madera sin ornamentación, destacándose por su sencillez y humildad. En su interior, se colocaron varios elementos con gran carga simbólica: entre ellos, el anillo de plata que Francisco llevó durante su pontificado, un rosario de cuentas negras que utilizaba en su oración diaria, monedas acuñadas a lo largo de su papado, y diversas medallas conmemorativas que rememoran momentos clave de su servicio como líder de la Iglesia Católica.

Durante los días previos, miles de personas acudieron a darle el último adiós. Desde el miércoles, la capilla ardiente instalada en la Basílica de San Pedro recibió la visita de más de 250.000 fieles, quienes se acercaron en peregrinación para rendir homenaje y despedirse del papa con gestos de devoción y respeto.
El funeral oficial está programado para este sábado 26 de abril a las 10 de la mañana, hora de Roma, y se celebrará en la Plaza de San Pedro, frente a la basílica. Se espera una multitudinaria asistencia, con una estimación de 200.000 personas presentes. Asimismo, 130 delegaciones de distintos países confirmaron su participación, lo que convertirá el evento en una de las ceremonias fúnebres más relevantes del escenario internacional reciente, con la presencia de destacados líderes mundiales.

Una vez concluido el funeral, el cuerpo de Francisco será trasladado para su descanso final. Tal como él mismo lo dejó estipulado, sus restos serán sepultados en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Con esta elección, se cumplirá su última voluntad, manifestada en múltiples ocasiones a lo largo de su vida, de reposar junto a la imagen mariana a la que profesó una profunda devoción.
