La rotunda victoria de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas argentinas de este domingo no solo tuvo repercusión dentro del país, sino que también fue interpretada en Estados Unidos como un triunfo indirecto para el expresidente Donald Trump, dado el respaldo estratégico que el gobierno estadounidense brindó en las semanas previas a su “aliado” argentino, Javier Milei. Analistas destacan que este resultado sorprendió a Wall Street, que esperaba un desenlace más equilibrado, y señalan que el mercado reaccionará positivamente, aunque advierten que Trump, como líder transaccional, probablemente buscará beneficios concretos por su apoyo. Algunos expertos incluso consideran que este escenario ofrece la oportunidad de liberar el peso y mejorar el desempeño económico local.
En un hecho sin precedentes, la relación entre el Tesoro estadounidense y el presidente argentino ha pasado a ser un tema habitual en los debates de medios, congresistas, empresarios y programas de entretenimiento en EE. UU. Scott Bessent, secretario del Tesoro, destacó que se apoyaba a “un aliado en América Latina” y que la intención era marcar presencia en la región. La ayuda financiera consistió en un paquete de US$20.000 millones vía swap y otros instrumentos, sumado a otros US$20.000 millones de bancos privados, lo que generó entusiasmo entre economistas y financieros, aunque también despertó críticas dentro de la población estadounidense, que ve con cautela el impacto en sus bolsillos: según una encuesta de Economist/YouGov, apenas un 20% aprueba esta medida.
Diversos congresistas de ambos partidos solicitaron explicaciones sobre la asistencia, cuestionando el uso de los fondos de los contribuyentes. Productores agrícolas y ganaderos advirtieron sobre posibles perjuicios en sus exportaciones y apertura de importaciones. Bessent negó que se tratara de un rescate y aseguró que no habría pérdidas para los estadounidenses.
Jorge Mariscal, profesor de Mercados Financieros Emergentes en la Universidad de Columbia, señaló que el resultado representa un triunfo geopolítico para Estados Unidos en su objetivo de contrarrestar la influencia china en América Latina. Además, indicó que en Argentina “ganó la esperanza frente a las fórmulas fallidas del pasado”, y advirtió que, aunque el oficialismo se fortalece, las reformas estructurales deberán discutirse cuidadosamente debido al electorado que no votó por Milei. Mariscal también anticipa una reacción positiva del mercado y la posibilidad de que el Gobierno aproveche este entusiasmo para hacer flotar el peso.
Por su parte, Daniel Kerner, director de Latinoamérica de Eurasia Group, calificó la victoria como “muy sorprendente” y subrayó que Wall Street reaccionará favorablemente, mejorando las expectativas y dando aire político a Milei. Kerner agregó que la victoria consolida al presidente, quien ahora puede negociar desde una posición más fuerte, desoyendo las sugerencias de EE. UU. de formar un gobierno de mayor consenso.
Robin Brooks, investigador senior de Brookings Institution, remarcó que la victoria ofrece una oportunidad para liberalizar el tipo de cambio, reforzando la idea de permitir que los mercados fijen su valor. Mark Jones, profesor de Estudios Latinoamericanos en Rice University, señaló que el respaldo de Trump fue crucial para garantizar un contexto económico favorable durante las elecciones. Según Jones, Trump verá la victoria de Milei como un logro propio, pero es probable que busque beneficios directos para Estados Unidos, como limitar la influencia de China, obtener acceso privilegiado a recursos argentinos o establecer presencia militar, entre otros posibles acuerdos.
En síntesis, la victoria de La Libertad Avanza no solo fortalece al oficialismo argentino, sino que también confirma un alineamiento estratégico con EE. UU., generando expectativas económicas y políticas dentro y fuera del país, mientras deja abiertas las negociaciones futuras entre ambas naciones.
