En Italia, la policía está investigando un incidente ocurrido cerca de la frontera en Ventimiglia, donde un camionero fue grabado obligando a un grupo de mujeres migrantes a descender de su camión utilizando un látigo improvisado. Las mujeres, de nacionalidad eritrea, habían buscado refugio en un punto de acogida gestionado por Cáritas en Ventimiglia, después de ser rescatadas la noche anterior.
Las imágenes del incidente han causado conmoción en las redes sociales y han sido ampliamente difundidas por los medios locales. En los videos, se ve al conductor agarrando la correa de carga del remolque y utilizando el extremo de acero para forzar a las mujeres a bajar del vehículo, y posteriormente, golpeándolas con ella.
Serena Regazzoni, responsable del área de inmigración de Cáritas en la zona, describió las imágenes como impactantes y dolorosas, señalando la persistente falta de instalaciones adecuadas de acogida como un problema insuperable. Este incidente refleja las difíciles condiciones en las que cientos de personas llegan a Italia y otros puntos de entrada a Europa, huyendo de la pobreza, el hambre y los conflictos en sus países de origen, a menudo en embarcaciones precarias.
El comportamiento del camionero ha sido ampliamente condenado por políticos y activistas de derechos humanos. Laura Boldrini, diputada del Partido Demócrata y presidenta del Comité Permanente de Derechos Humanos de la Cámara, criticó la crueldad y deshumanización hacia las personas migrantes, atribuyendo este trato inhumano a una narrativa hipócrita que estigmatiza a los migrantes como enemigos públicos mientras ignora su explotación cuando resulta conveniente para la productividad.
La senadora Raffaella Paita, del partido Italia Viva, también expresó su indignación, comparando a las mujeres tratadas de manera indigna en el video con sus propias hijas, subrayando la vulnerabilidad y el trato injusto que enfrentan muchas personas en su desesperada búsqueda de seguridad y una vida mejor.