El papa Francisco expresó el miércoles que los gobiernos con problemas de deuda no deben imponer a sus ciudadanos condiciones que violen su dignidad humana. Durante una audiencia en el Vaticano con asistentes a la conferencia «La Crisis de la Deuda en el Sur Global», Jorge Bergoglio enfatizó que la mala gestión de la globalización, sumada a la pandemia y las guerras, ha desembocado en una crisis de deuda que afecta mayormente a los países del sur, provocando miseria, angustia y despojando a millones de personas de un futuro digno.
El papa subrayó que ningún gobierno tiene la autoridad moral para exigir a su población que soporten privaciones que socavan la dignidad humana. Hizo un llamado a la «responsabilidad compartida» entre los prestamistas y los prestatarios, abogando por la creación de un mecanismo multinacional basado en la solidaridad y la cooperación entre los pueblos. Este mecanismo, según Francisco, debe considerar las implicaciones económicas, financieras y sociales del endeudamiento. Advirtió que la falta de tal mecanismo favorece un enfoque de «sálvese quien pueda», donde los más débiles siempre salen perdiendo. Añadió que la deuda ecológica y la deuda externa son dos caras de una misma moneda.
El pronunciamiento del papa coincide con las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno de Javier Milei, enfocadas en mantener el equilibrio fiscal del país, lo cual ha generado una reducción del consumo y el empleo. Además, se produce en medio de la controversia por el acopio de alimentos próximos a vencer en depósitos del Ministerio de Capital Humano.
Francisco, de 87 años, ha pedido en repetidas ocasiones la cancelación de la deuda de los países más pobres, en consonancia con la doctrina social de la Iglesia Católica. La conferencia «Crisis de deuda en el Sur Global» se organizó para discutir cómo las instituciones internacionales pueden abordar la creciente crisis de la deuda soberana que afecta a los ciudadanos del Sur Global. Este evento fue organizado por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales en colaboración con la Iniciativa para el Diálogo Político, el think tank del Premio Nobel Joseph E. Stiglitz, y el ex ministro de Finanzas de Argentina, Martín Guzmán.