Virginia Giuffre, reconocida internacionalmente por haber denunciado tanto al príncipe Andrés del Reino Unido como al empresario Jeffrey Epstein por abuso sexual, falleció esta semana a los 41 años. Su familia confirmó que se quitó la vida en su hogar ubicado en una zona rural de Australia Occidental, donde vivía con sus hijos. El hecho ocurrió el jueves pasado, aunque la noticia se dio a conocer el sábado.

Virginia Giuffre enfrentaba serios problemas de salud física, incluyendo insuficiencia renal, además de una profunda carga emocional derivada de su historia como sobreviviente de abuso. (Crédito: Instagram / @virginiarobertsrising11)
Las autoridades policiales del área de Neergabby, donde fue hallado su cuerpo sin vida, señalaron que aún continúan investigando las circunstancias de su muerte. Sin embargo, afirmaron que no se detectaron elementos que indiquen la existencia de situaciones sospechosas. Giuffre había sido una figura central en las denuncias públicas contra Epstein y su expareja Ghislaine Maxwell, quienes fueron condenados por delitos sexuales. Cabe recordar que Epstein fue hallado muerto en su celda en agosto de 2019, cuando esperaba un nuevo juicio.
La propia Giuffre también había presentado una denuncia contra el príncipe Andrés, acusándolo de haber abusado sexualmente de ella. A pesar de la gravedad de los señalamientos, el integrante de la familia real británica rechazó categóricamente todas las acusaciones.
En una declaración pública divulgada el viernes, los allegados de Giuffre expresaron que ella había sido “una guerrera feroz en la lucha contra el abuso sexual”, y explicaron que “el peso del abuso se volvió insoportable”. La familia vinculó su trágico final a una historia de vida marcada por la explotación sexual y la trata de personas.
Durante los últimos años, Giuffre había residido en North Perth junto a su esposo, Robert, aunque medios locales señalaron que la pareja se había separado recientemente, luego de 22 años de matrimonio. Tan solo tres semanas antes de su fallecimiento, ella misma había compartido en Instagram que había sufrido un grave accidente automovilístico que le dejó heridas.
Su historia de vida comenzó en California, Estados Unidos, en 1983, bajo el nombre de Virginia Roberts. En su infancia, su familia se mudó a Florida, donde comenzó a atravesar situaciones traumáticas. Según narró, a la edad de siete años fue víctima de abuso sexual por parte de un conocido de su entorno familiar. “Ya estaba tan mentalmente dañada a tan corta edad que huí de eso”, confesó en una entrevista con el programa Panorama de la BBC en 2019, al recordar que su “infancia fue robada rápidamente”.
Durante sus años de niñez, transitó distintos hogares de acogida y a los 14 ya vivía en situación de calle. Allí, contó, solo encontró “hambre, dolor y más abuso”.
La historia dio un giro en el año 2000 cuando, tratando de rehacer su vida, conoció a Ghislaine Maxwell mientras trabajaba como asistente en los vestuarios del complejo Mar-a-Lago en Palm Beach, propiedad de Donald Trump. Maxwell le ofreció una supuesta entrevista laboral para capacitarla como masajista. “Corrí hacia mi papá, que trabajaba en las canchas de tenis de Mar-a-Lago. Él sabía que estaba intentando arreglar mi vida, por eso me había conseguido ese trabajo. Le dije: ‘No lo vas a creer, papá’”, rememoró Giuffre sobre ese momento.
Ya en la residencia de Epstein en Palm Beach, Virginia se encontró con una escena que no esperaba: “Durante ese tiempo me hacían preguntas sobre quién era yo”. Allí, Epstein se encontraba desnudo mientras Maxwell le indicaba cómo debía realizar el masaje. “Parecían buenas personas, así que confié en ellos, y les conté que había tenido una vida muy difícil hasta entonces: que había sido una niña fugitiva, abusada sexual y físicamente… Eso fue lo peor que pude haberles dicho, porque ahora sabían lo vulnerable que era”, relató más adelante a la BBC.
Lo que creyó que sería una entrevista de trabajo resultó ser el comienzo de una etapa de abusos prolongados. Ghislaine Maxwell fue finalmente declarada culpable de captar y traficar menores para que Epstein abusara de ellas, y actualmente se encuentra en prisión a la espera de su condena. Si bien el nombre de Virginia Giuffre fue mencionado con frecuencia durante ese proceso judicial, no formó parte de las cuatro mujeres que prestaron declaración formal. Maxwell siempre negó haberla agredido.
En 2015, Giuffre inició una demanda por difamación contra Maxwell luego de que esta la acusara de mentir. El caso terminó resolviéndose fuera de los tribunales mediante un acuerdo.
Virginia también reveló que, luego de ser abusada por Epstein, fue “pasada como una bandeja de frutas” entre sus contactos más influyentes, mientras era transportada por el mundo en jets privados. En 2001, según declaró, fue llevada por Epstein a Londres cuando tenía 17 años, y esa noche fue presentada al príncipe Andrés. Una fotografía que, asegura, fue tomada ese mismo día, muestra al príncipe rodeándola con un brazo mientras Maxwell sonríe en segundo plano. Después de ir a un club nocturno, contó que Maxwell le indicó que “tenía que hacer con Andrés lo que hacía con Jeffrey”.
“Fue una época muy aterradora de mi vida… No estaba encadenada, pero estas personas poderosas eran mis cadenas”, confesó también a la BBC.
En una demanda civil presentada años después, Giuffre acusó al príncipe Andrés de haberla agredido sexualmente en tres ocasiones: una en la casa de Maxwell en Londres, otra en una de las propiedades de Epstein en Manhattan y la última en su residencia en Little St. James, ubicada en las Islas Vírgenes.

Virginia Giuffre alegó haber pedido a Jeffrey Epstein que le tomara esta foto con el príncipe Andrés.
Andrés, quien es el segundo hijo de la fallecida reina Isabel II, negó haber tenido contacto con Giuffre durante una entrevista con el programa Newsnight de la BBC en 2019. En esa ocasión, afirmó que no recordaba haberla conocido y aseguró que los encuentros sexuales que ella describía “no ocurrieron”.
