En la madrugada del lunes, fuerzas israelíes interceptaron una embarcación con rumbo a la Franja de Gaza, la cual transportaba ayuda humanitaria y a un grupo de activistas, entre ellos la reconocida militante ambiental sueca Greta Thunberg. La acción, enmarcada dentro del refuerzo del bloqueo naval impuesto por Israel a Gaza —especialmente endurecido desde el inicio del conflicto armado con Hamas—, concluyó con el desvío del barco hacia costas israelíes.
Según un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, la marina del país procedió a redirigir la nave hacia territorio israelí, y se anticipa que los activistas serán repatriados a sus respectivos países. A través de sus redes sociales, el ministerio ironizó sobre el contenido del cargamento, afirmando que «la escasa cantidad de ayuda transportada en el yate, que no fue consumida por las ‘celebridades’, será entregada a Gaza a través de los canales humanitarios oficiales».
El viaje fue organizado por la Coalición de la Flotilla de la Libertad, una organización internacional dedicada a denunciar el bloqueo a Gaza y a intentar ingresar ayuda humanitaria de forma simbólica y directa. Desde sus canales de comunicación, la ONG denunció que las fuerzas israelíes habían «secuestrado» a los pasajeros del barco, e informaron que perdieron contacto con la embarcación, llamada Madleen, después de que fuera abordada por el ejército de Israel.
En consonancia, Greta Thunberg publicó un video en el que denunció que el barco fue interceptado en aguas internacionales y que tanto ella como el resto de los pasajeros estaban siendo “secuestrados” por personal militar israelí o fuerzas aliadas. Más tarde, se difundieron imágenes del operativo, en las que se podía ver a efectivos militares entregando botellas de agua y sándwiches a los activistas, todos ellos con chalecos salvavidas color naranja.
La embarcación había zarpado desde Italia el 1 de junio con la intención de “romper el bloqueo israelí” sobre Gaza, incluyendo una escala en Egipto, pese a que las autoridades israelíes ya habían instruido al ejército para impedir que el barco llegara a territorio palestino. Durante el trayecto, el barco realizó una parada el jueves pasado para rescatar a cuatro migrantes que se habían lanzado al mar mientras huían de la guardia costera libia.
Horas antes de la interceptación, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, reiteró públicamente que su país no permitiría que ninguna embarcación violara el bloqueo marítimo sobre Gaza, el cual, según él, se mantiene para evitar que Hamas introduzca armamento al enclave palestino.
De acuerdo con las últimas posiciones registradas, el barco se encontraba a unas 31 millas náuticas (aproximadamente 57 kilómetros) de la costa de Gaza. Aparte de Thunberg, entre los pasajeros se encontraba Rima Hassan, eurodiputada francesa de origen palestino, quien tiene prohibida la entrada a Israel.
Este incidente ocurre en el contexto de un bloqueo total que Israel mantuvo sobre Gaza durante dos meses y medio, en un intento por presionar al grupo Hamas. Si bien en las últimas semanas se permitió el ingreso limitado de ayuda básica al territorio, diversas organizaciones humanitarias han alertado sobre la posibilidad de una hambruna masiva si no se facilita un acceso humanitario más amplio y no se frena la ofensiva militar.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que la Flotilla de la Libertad intenta llegar a Gaza. El mes pasado, otro barco del mismo grupo fue atacado por drones mientras navegaba en aguas internacionales cerca de Malta. Según la organización, el ataque —que atribuyeron a Israel— dañó gravemente la proa del navío, frustrando una misión similar.
