El gobierno de Israel confirmó oficialmente la realización de una ofensiva aérea de gran escala sobre el territorio iraní, en la que fueron alcanzados numerosos blancos distribuidos en distintas regiones del país, incluyendo algunos ubicados en la capital, Teherán. Según declaraciones de altos mandos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los objetivos seleccionados estarían directamente relacionados con las operaciones del programa nuclear iraní, que ha sido objeto de preocupación y vigilancia internacional.
El operativo, que fue bautizado con el nombre en clave “Nación de Leones”, se enmarca dentro de lo que las autoridades israelíes definieron como una acción “preventiva” destinada a obstaculizar el desarrollo de capacidades nucleares por parte del régimen iraní. Como consecuencia del ataque, se activaron de inmediato los sistemas de alerta y defensa en diversos sectores de Teherán, donde los residentes reportaron fuertes explosiones durante la madrugada, acompañadas de la puesta en marcha de protocolos de emergencia.

Israel, por su parte, adoptó medidas de seguridad internas en respuesta a la delicada situación internacional generada. El ministro de Defensa, Israel Katz, decretó un estado de “situación especial” en el país, como respuesta al potencial riesgo de represalias. En ese marco, se dispuso el cierre preventivo de las instituciones educativas para el día viernes, como parte de un plan más amplio de protección civil.
De acuerdo con información recogida por el diario The Times of Israel, el ataque se focalizó sobre instalaciones consideradas claves para el avance del programa nuclear de Irán. Voceros del gobierno israelí sostuvieron que Teherán dispone actualmente de cantidades significativas de uranio enriquecido, lo cual, afirman, le permitiría fabricar armas nucleares en un corto período de tiempo, incluso en cuestión de días.
Desde el terreno, habitantes de la capital iraní confirmaron al New York Times que observaron columnas de humo y llamas emergiendo de lo que serían dos bases militares ubicadas en la zona este de Teherán, lo que refuerza la hipótesis de que los bombardeos apuntaron a estructuras militares estratégicas.
El ministro Katz, en sus declaraciones, alertó sobre la alta probabilidad de una respuesta armada por parte del gobierno iraní en un plazo breve, lo que mantiene en estado de tensión tanto a la población israelí como a los actores internacionales involucrados en la supervisión del conflicto en Medio Oriente.