El presidente Javier Milei retornó al país en la mañana de este viernes, luego de concretar una visita inesperada y breve a los Estados Unidos. El viaje, que desde el Gobierno había sido presentado como una oportunidad para afianzar vínculos con el expresidente Donald Trump, concluyó sin los resultados esperados: no se logró ni la fotografía conjunta ni el encuentro informal que se había anticipado como posible.
La comitiva presidencial aterrizó en territorio argentino pasadas las 10 de la mañana. El regreso se produjo después de que Milei participara de una gala organizada por American Patriots Gala, en Mar-a-Lago, Florida. Allí recibió un reconocimiento simbólico, el “Make America Great Again”, vinculado al lema de campaña de Trump. Durante su intervención, Milei adelantó su intención de modificar normativas argentinas con el objetivo de respetar los aranceles aduaneros impuestos por la administración estadounidense sobre productos extranjeros.
La visita, sin embargo, fue rápidamente catalogada como un revés político. En el programa Argenzuela, conducido por Jorge Rial en Radio 10, se analizó con dureza el trasfondo de lo ocurrido. “Milei vuelve de Estados Unidos sin nada”, sentenció Rial al abrir su editorial. Acto seguido, el periodista Mauro Federico ofreció una reconstrucción del frustrado intento de reunión entre los dos líderes.
Según relató Federico, el presidente argentino llegó al evento ya avanzado, en el momento del postre. Su expectativa era que Trump se hiciera presente justo en ese tramo de la velada, momento en el cual estaba previsto que se le entregara el premio. Sin embargo, lo que sucedió fue muy distinto: “El presidente de los Estados Unidos manda una comunicación diciendo que había tenido un problema, aparentemente con el helicóptero, y avisa que estaba llegando un poco tarde”.
Esta situación generó un desajuste en los tiempos del acto. “En el protocolo Milei ya tenía que recibir el premio y él pretendía —eso es lo que habían acordado la gente de Cancillería con la organización— que quien le entregaba el premio era Trump, y los tiempos ya no daban”, explicó Federico. Como consecuencia, Milei subió al escenario para recibir el galardón de manos de un representante no identificado. Luego de su discurso, al descender del escenario, se percató de que su embajador en los Estados Unidos, Gerardo Werthein, estaba visiblemente molesto mientras discutía con miembros de la organización del evento.
Lo que había sido planificado como una jugada diplomática para mostrar cercanía con el líder republicano terminó convirtiéndose en una situación incómoda para el Gobierno de La Libertad Avanza. A pesar de que el propio Trump lo había calificado días antes como su “presidente favorito” —según informó The New York Times—, el gesto de respaldo esperado no se concretó.
Milei, que había volado exclusivamente a Palm Beach con el objetivo de fortalecer su vínculo con Trump y obtener una imagen que pudiera tener impacto político interno e internacional, emprendió el regreso desde los Estados Unidos pasada la medianoche. Viajó a bordo del ARG-01 acompañado por su hermana Karina Milei —quien también se desempeña como secretaria general de la Presidencia— y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Finalmente, el avión presidencial aterrizó en el Aeroparque Jorge Newbery a las 10:32 de la mañana de este viernes, cerrando un viaje cuyo objetivo principal quedó inconcluso y que muchos consideran un traspié diplomático para la gestión libertaria.
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