El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, manifestó este jueves que Ucrania tiene «derecho a defenderse», lo cual incluye la posibilidad de atacar objetivos militares dentro de Rusia, debido a la invasión ilegítima que sufrió.
Stoltenberg subrayó en una entrevista con La Vanguardia que «esta es una guerra de agresión» y que Rusia ha invadido Ucrania en flagrante violación del Derecho Internacional. Según él, si el Ejército ruso puede reunir tropas y lanzar ataques desde su territorio sin restricciones, pero los ucranianos no pueden responder, la autodefensa se vuelve extremadamente complicada.
Enfatizó que en una guerra, todas las decisiones conllevan riesgos, pero el mayor de todos sería «que Vladimir Putin prevaleciera», una situación que considera peligrosa tanto para Ucrania como para la OTAN.
Stoltenberg también destacó la importancia del apoyo militar, como los mil millones de euros en armamento que España prometió a Ucrania, un anuncio realizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras la visita del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Según Stoltenberg, este gesto demuestra el papel crucial que está desempeñando España.
Este jueves, los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN se reunieron en Praga, en medio de crecientes llamados para que los principales aliados levanten las restricciones que impiden a Kiev utilizar armas occidentales para atacar dentro de Rusia. Esta reunión de dos días en la capital checa tiene como objetivo preparar un paquete de apoyo para Ucrania de cara a la cumbre de la OTAN en Washington el próximo mes de julio.
Ucrania ha estado instando a sus aliados, especialmente a Estados Unidos, a permitir el uso de armamento de mayor alcance para atacar objetivos en Rusia. Sin embargo, Estados Unidos y Alemania han sido reacios a permitir tales ataques por miedo a acercarse más a un conflicto directo con Moscú.
El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró recientemente que Ucrania debería poder «neutralizar» las bases en Rusia utilizadas para lanzar ataques. Por otro lado, el canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró más cauto, afirmando que Kiev debe actuar conforme a la ley y recordando que Berlín no ha suministrado armas para atacar a Rusia.
En Estados Unidos, la Casa Blanca mantiene su oposición a que Ucrania utilice armas estadounidenses para atacar dentro de Rusia, aunque el secretario de Estado, Antony Blinken, sugirió que esta estrategia podría cambiar.
Moscú ha reaccionado con firmeza ante estas discusiones, y el presidente Vladimir Putin advirtió sobre «consecuencias graves» si los países occidentales permiten a Ucrania llevar a cabo tales ataques.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, afirmó que Ucrania puede usar las armas que recibe de Canadá para atacar territorio ruso. En una rueda de prensa junto a su homólogo sueco, Tobias Billström, en Estocolmo, Joly declaró que no hay «ninguna condición sobre el usuario final a los envíos de armas a Ucrania» que realiza Canadá. Añadió que «Rusia no tiene líneas rojas», por lo que es esencial apoyar a Ucrania de manera agresiva y estar a su lado en su defensa.
Finalmente, el ministro británico de Exteriores, David Cameron, expresó a principios de este mes que, al igual que Rusia ataca a Ucrania en su propio territorio, se puede entender perfectamente por qué Ucrania siente la necesidad de defenderse, incluso con ataques dirigidos contra territorio ruso.