Este jueves, el Vaticano dio a conocer una imagen que revela cómo será el lugar de descanso final del papa Francisco. La fotografía muestra el sepulcro que albergará sus restos una vez finalizado el funeral: un sobrio nicho ubicado en la nave lateral de la Basílica de Santa María la Mayor. Este sitio fue elegido por el propio pontífice, quien dejó instrucciones precisas para que su sepultura reflejara los valores de humildad y sencillez que guió durante todo su papado.
Así será la tumba del Papa Francisco en la en la basílica de Santa María la Mayor (EFE)
El sepulcro fue confeccionado con mármol proveniente de Liguria, una elección coherente con el estilo austero que Francisco quiso conservar incluso después de su muerte. Tal como él lo había solicitado, la lápida que lo identificará no contiene detalles ornamentales ni inscripciones pomposas. Solo puede leerse una palabra: “Franciscus”. Además, se colocó una réplica de su cruz pectoral, símbolo distintivo de su pontificado y emblema de su cercanía pastoral con los fieles.
La tumba se encuentra en una ubicación especial dentro del templo, flanqueada por importantes capillas: la Paulina, la de la Salus Populi Romani y la capilla Sforza. Está muy próxima también al Altar de San Francisco, figura clave de la espiritualidad católica y en quien el Papa se inspiró al elegir su nombre en 2013, cuando fue electo Sumo Pontífice. Los fieles podrán acercarse a rendirle homenaje a partir del domingo siguiente a su funeral.
Este se convierte en un hecho inédito en más de un siglo: desde 1903, con el entierro del papa León XIII en la basílica de San Juan de Letrán —la catedral de Roma—, no se había registrado que un pontífice fuera sepultado fuera del Vaticano. En ambos casos, la elección del lugar respondió al deseo explícito de cada papa.
Según lo especificó en distintas entrevistas y quedó plasmado en su testamento personal, el papa Francisco optó por no ser enterrado en la Basílica de San Pedro, el lugar habitual para los entierros papales. En cambio, eligió que sus restos descansen en Santa María la Mayor, un sitio que tiene un profundo significado espiritual para él, por contener la imagen de la Virgen María a la que siempre veneró con devoción. En sus palabras: “Como le prometí siempre a la Virgen, y ya está preparado el lugar, quiero ser enterrado en Santa María la Mayor, porque es mi gran devoción”.
Durante una entrevista, Francisco también relató que solía visitar esta basílica cada domingo cuando iba a Roma, incluso antes de ser papa: “Antes, ya cuando venía a Roma, siempre iba allá los domingos en la mañana”.
En línea con esa visión de sobriedad, la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el protocolo oficial para las exequias de los papas, también se actualizó recientemente para establecer el uso de un único ataúd —una medida que refuerza el espíritu de austeridad deseado por Francisco para su despedida final.
Otro punto que dejó claro en sus últimas voluntades fue que el entierro no debía generar gastos ni para el Vaticano ni para la Iglesia. Por ello, Francisco dispuso que los costos fueran cubiertos por un benefactor anónimo, cuya identidad no se dio a conocer. La oficina de prensa de la Santa Sede confirmó que la donación fue realizada y que el monto fue transferido directamente a la basílica para hacerse cargo de todos los aspectos logísticos y materiales relacionados con su sepultura.
José Alperovich, exgobernador de Tucumán, volvió a ocupar titulares este viernes, aunque esta vez por…
En el marco del prolongado conflicto que afecta al transporte público en la capital tucumana,…
El fondo estadounidense Pacific Investment Management Company, más conocido en los mercados como Pimco y…
Una situación de alto riesgo se vivió este jueves en Yerba Buena, cuando una importante…
Mientras gran parte de las líneas de transporte urbano de la capital tucumana continúa sin…
El diputado provincial por Salta y excomisario Gustavo Orozco volvió a encender las alarmas sobre…