Durante su segunda visita oficial al Estado de Israel, el presidente argentino Javier Milei vivió un momento de tensión que marcó la jornada del jueves. La gira, caracterizada por su firme alineamiento con el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, incluyó un episodio inesperado en la Universidad Hebrea de Jerusalén: dos personas que portaban banderas palestinas intentaron aproximarse al mandatario, aunque fueron rápidamente detenidas por agentes de seguridad israelíes antes de que pudieran acercarse. Si bien el incidente fue controlado sin que pasara a mayores, puso de relieve el ambiente delicado que rodea esta visita, resguardada por un importante operativo de seguridad.
Este incidente se produjo en el marco de una gira que Milei ha utilizado como plataforma para afianzar la relación bilateral con el gobierno israelí, en un momento especialmente delicado por la intensificación de las operaciones militares sobre la Franja de Gaza. En este contexto, el presidente argentino suscribió un Memorándum por la Defensa de la Libertad y la Democracia junto al primer ministro Netanyahu. El acuerdo bilateral prevé colaboración estratégica en áreas clave como seguridad nacional, ciberdefensa, gestión hídrica y desarrollos espaciales vinculados a lanzamientos satelitales.
La manifestación de los dos individuos con banderas palestinas no fue un gesto aislado ni accidental. Ocurrió en medio de un clima regional de alta conflictividad, donde proliferan protestas a nivel mundial en repudio a la ofensiva israelí sobre Gaza, acompañadas de múltiples denuncias por presuntas violaciones al derecho internacional humanitario. Aunque la acción de los manifestantes apenas fue cubierta por los medios locales, dejó en evidencia el descontento que genera el respaldo sin reservas que Milei ha expresado hacia la administración derechista de Netanyahu, particularmente entre colectivos de derechos humanos tanto palestinos como israelíes.
En su disertación ante la comunidad académica de la Universidad Hebrea, Milei reiteró su compromiso de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén en el año 2026, una medida que replicaría el giro diplomático iniciado por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018. “Estamos ante una batalla entre la libertad y el terrorismo, entre el bien y el mal”, sostuvo el mandatario argentino, provocando una ovación dentro del recinto y, simultáneamente, protestas en los alrededores del edificio.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que el jefe de Estado argentino expresa públicamente su intención de mudar la sede diplomática. Ya lo había anunciado en su primer viaje a Israel, realizado a comienzos de 2024. Sin embargo, hasta el momento, no ha dado señales concretas de avanzar en esa dirección, más allá de las declaraciones.
Finalizado su paso por Jerusalén, Milei emprendió vuelo hacia Madrid, última etapa de una gira internacional que, más allá de los objetivos diplomáticos oficiales, ha sido acompañada por controversias, reacciones políticas y diversas tensiones en cada país que ha visitado.
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